El peaje de jubilarse con 63... pensión un 21% menor tras 42 años de cotización

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha argumentado, mediante un informe remitido el pasado 31 de julio a la Comisión del Pacto de Toledo, sus razones para no respaldar la eliminación de los coeficientes reductores a las largas carreras, 40 años o más cotizados. El motivo fundamental es su elevado coste, ya que hay más de 700.000 jubilados actualmente que cumplen esa condición a los que habría que actualizar su pensión al alza; unido al 'efecto llamada' que supondría para los trabajadores a punto de retirarse, que optarían por hacerlo anticipadamente con un importante efecto en la caja de la Seguridad Social; y porque 40 años cotizados es mucho más frecuente de lo que se podía pensar y el 55% de los trabajadores que se jubilan los tienen.

El argumentario del ministro tiene su respuesta desde Asjubi40, la organización más combativa a la hora de defender el fin de las penalizaciones a las largas carreras, que para el ministro deberían considerarse como tal a partir de los 44 años cotizados, como sucede en un número importante de países europeos, como Alemania. Algunos de los pensionistas representados por la asociación, que han remitido su historia a Escrivá, llegaron a la edad de 63 años con más de 46 cotizados y decidieron jubilarse de forma anticipada. Otros incluso empezaron a trabajar a los 14 años, una extensísima y dura vida laboral que no entienden como puede ser penalizada.

Asjubi40 estima que los costes no serían tan elevados como los que presenta el ministro en su informe, 2.745 millones de euros en 2021 y un aumento compromiso de gastos en el futuro -valor presente actuarial- de 44.345 millones de euros. Además, asegura que tampoco sería la ruina del sistema, "como se da a entender el ministro en su balance", porque los funcionarios de las Clases Pasivas ya lo hacen a los 60 sin penalización y "no pasa nada". Otro de los factores a considerar sería el aporte 'extra' a las arcas del sistema que hacen los jubilados que salen del mercado laboral antes de la edad legal, fijada en 65 años acreditando 37 años y tres meses y 66, con menos tiempo cotizado.

El paso de los funcionarios a la Seguridad Social y la jubilación a los 67 años, determinantes en el aumento medio de la edad de las nuevas altas en el sistema

Según un informe elaborado recientemente por el Banco de España, que analiza las tendencias en la edad media de jubilación a partir de la reforma de las pensiones del Partido Popular, la de 2011, los trabajadores que se jubilan anticipadamente de forma voluntaria llegan con carreras de 42 años y con bases reguladoras más altas, igual que los que optan por la jubilación parcial. Eso supone que sus aportes son mucho mayores, algo que se evidencia en la cuantía de su pensión (con el máximo en 2.707 euros), que los que se retiraron a los 65 o más, que de media aportaron cuotas a la Seguridad Social durante 34 años, ocho años menos.

Con contribuciones medias a las arcas públicas muy superiores a las de los jubilados ordinarios, que llegan a los 65 años en muchos casos sin los 37 años y tres meses cotizados, por lo que tienen que esperar más tiempo para jubilarse, los trabajadores que se retiran voluntariamente se enfrentan a recortes de su pensión del 16% si abandonan la vida laboral a los 63 años, un porcentaje que se incrementará al 21% con la nueva reforma. Según el estudio del organismo regulador, jubilarse antes de la edad legal supone un recorte de un 11% de media, que además es para siempre. Precisamente, con esa penalización es con la que pretende acabar Asjubi40 desde que el retirado cumple 65 años. 

En cuanto al impacto de la reforma de 2011, el Banco de España reconoce que ha sido limitado desde la perspectiva de la edad de jubilación -que ha pasado de los 63,5 de 2006 a los 64,7 actuales-, debido a un importante número de altas que acceden con condiciones anteriores a la reforma y "a las disposiciones que permiten mantener en 65 años las jubilaciones para personas con carreras de cotización suficientemente largas". Junto esto, destaca que más de la mitad de los trabajadores que se jubilan ya han cotizado 38 años y seis meses o más, con lo cual cumplirían ya con los requisitos previstos para 2027 para retirarse a los 65.

Además, incide que con respecto a 2006, pese a la reforma, apenas han cambiado los porcentajes de los que dejan el mercado laboral a los 65, aproximadamente el 60%, y los que lo hacen antes, cerca del 40%. Apunta que los factores fundamentales del aumento medio de la edad de jubilación han sido, por una parte, el aumento progresivo hacia la edad legal hasta los 67 años y por la entrada en la Seguridad Social de los funcionarios incorporados a la Administración después de 2011.

Las jubilaciones anticipadas siguen representando el 40% del total desde hace quince años. 

Los datos del Ministerio de Seguridad Social, aportados en el informe en manos del Pacto de Toledo, muestran que en la actualidad hay casi 300.000 jubilados que han cotizado más de 44 años, de un total de 1,3 millones que registra el sistema. Los años trabajados determinan en buena medida la cuantía de su pensión, que sube progresivamente de los 1.131 que de media reciben los que han cotizado menos de 40 (594.000) a los 1.843 de los que han estado en la Seguridad Social 49 años. A partir de esa edad, empieza a caer la cuantía de la pensión, aunque solo 715 jubilados se encuentran en esa situación.

Según la estadística de pensiones de la Seguridad Social, los trabajadores que abandonan el mercado laboral antes de la edad ordinaria se encuentran con una pensión de 1.500 euros, mientras que los que lo hacen a la edad legal tienen una nómina media de 1.128. Las mujeres, tienen prestaciones considerablemente menores que los hombres, debido fundamentalmente a sus cortas carreras laborales, el empleo a tiempo parcial y también los salarios, que son más bajos. El 56% han cotizado menos de 40 años y su pensión media no llega a 900 euros.