Ahorrar es solo el primer paso

Jubilación con más dinero y calidad de vida: complementa así tu pensión

Combinar el ahorro periódico con la inversión permite reducir el esfuerzo e incrementar el volumen de ingresos en el futuro. Una planificación financiera es clave para tener más dinero en la etapa de la jubilación. 

Dos jubilados.
Dos jubilados.
Vlada Karpovich de Pexels.

El panorama para los futuros jubilados es cada vez más pesimista. En los últimos años, la conocida como hucha de las pensiones ha sido exprimida al máximo. La mayor esperanza de vida en la población, el incremento de pensionistas y un menor número de trabajadores cotizando hacen que el sistema no sea capaz de asumir las cuantías actuales para las futuras generaciones. 

Por este motivo, cada día se hace más necesario asegurar un complemento a la pensión que permita mantener el mismo nivel de vida que se tenía antes del retiro. De lo contrario, confiar el bienestar de la jubilación únicamente a la cuantía de la pensión pública puede no ser suficiente. 

¿Pero cómo se puede asegurar el complemento a la pensión sin demasiado esfuerzo? Una de las claves es empezar en el momento en el que se empiece a cotizar y se tengan ingresos estables, ya que cuanto antes se empiece a ahorrar para la jubilación menores serán las cantidades necesarias que habrá que ahorrar mes a mes para el futuro. Además, para minimizar el esfuerzo, otra de las claves reside en la inversión

Tres razones clave para empezar cuanto antes

Aunque ahorrar para la jubilación cuando se consigue el primer trabajo podría parecer anticiparse en exceso, lo cierto es que a largo plazo es la opción más acertada. Esto se debe a varios motivos fundamentales.

Por una parte, cuanto más joven es una persona, más capacidad tiene para asumir riesgo en los mercados financieros, ya que cuenta con muchos años por delante para recuperarse de eventuales caídas en el corto plazo. 

Asumir más riesgos en los mercados financieros supone optar a rentabilidades más altas, lo que ayudará a incrementar el patrimonio de cara a la jubilación. 

Además, al complementar el ahorro y la inversión a largo plazo entrará en juego el interés compuesto. Esto significa que año tras año el ahorro invertido irá creciendo y los intereses se aplicarán sobre una cantidad mayor, por lo que las rentabilidades de los ahorros también irán en aumento. 

Junto con todo esto, también entra en juego un tercer factor. No requiere el mismo esfuerzo mensual preparar la jubilación con 25 años que con 50. Es decir, si a los 67 años se quiere disponer de un patrimonio de, por ejemplo, 100.000 euros, una persona con 25 años tendría que ahorrar anualmente y sin contar con la inversión unos 2.400 euros (200 euros al mes). Sin embargo, una persona que empezase con 50 años tendría que ahorrar casi 6.000 euros al año (cerca de 500 euros mensuales). 

¿Cómo obtener más ingresos en la jubilación?

Tener dinero para complementar la pensión en el futuro y vivir bien significa haber tenido una correcta planificación financiera a lo largo de los años. En la mayoría de los casos, para poder llevar a cabo una planificación precisa acorde con cada objetivo es necesario la ayuda de un asesor financiero

No obstante, si se tienen conocimientos financieros en el mercado existen diferentes productos de inversión que permiten complementar la pensión pública

Uno de ellos son los planes de pensiones, que son vehículos de inversión pensados específicamente para la jubilación. A través de este tipo de productos se realizan aportaciones periódicas de ahorro que generan rentabilidad a largo plazo en función del riesgo que se asuma. Además, los planes de pensiones cuentan con beneficios fiscales, ya que es posible desgravarse las aportaciones realizadas en la declaración de la renta hasta un máximo de 8.000 euros anuales (2.000 euros previsiblemente en 2021 tras la aprobación de los PGE). 

Eso sí, a la hora de contratar estos productos hay que tener en cuenta que están pensados para la jubilación, por lo que no es posible rescatar el dinero por anticipado en caso de necesitarlo salvo algunas excepciones (desempleo de larga duración, enfermedad grave…).

Junto con los planes de pensiones también existen los planes de previsión asegurados (PPA), muy parecidos a los planes pero con la diferencia principal de que se trata de un seguro de ahorro, por tanto el capital que se aporta está asegurado, aunque la rentabilidad será previsiblemente menor que la de los planes al tener un menor riesgo. 

Además de estos, otro producto similar son los planes individuales de ahorro sistemático o PIAS, que se trata también de un seguro de ahorro a largo plazo, aunque con la diferencia de que puede ser rescatado en cualquier momento. 

Fuera de los productos pensados exclusivamente para la jubilación, una de las alternativas para rentabilizar el ahorro a largo plazo son los fondos de inversión que, al igual que los planes de pensiones, pueden contratarse para diferentes perfiles de inversión, es decir, con mayor o menor riesgo. La parte positiva es que el dinero de estos productos puede ser utilizado en cualquier momento, antes de la llegada de la jubilación. 

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