Jubilación parcial: ventajas y problemas de cobrar pensión y sueldo a la vez

Dos jubilados.
Jubilación parcial: ventajas y problemas de cobrar pensión y sueldo a la vez
Imagen de Gundula Vogel en Pixabay.

Los españoles son cada día más conscientes de que el ansiado momento de la jubilación está cada vez más lejos. Por este motivo, son muchos los que buscan alternativas para poder acceder al retiro antes de tiempo. Una de estas alternativas es la de la jubilación anticipada, aunque ello implica una reducción considerable de la cuantía que se va a cobrar en el futuro. Ante esta realidad, muchos ahorradores optan por otra modalidad: la de la jubilación parcial.

Según la VII Encuesta del Instituto BBVA de Pensiones, dos de cada diez entrevistados de la generación de los baby boomers afirma que le gustaría compaginar durante algún tiempo el trabajo con la jubilación parcial. Esto implica mantenerse en activo a tiempo parcial, cobrando una parte del salario, a la vez que se percibe otra parte de pensión pública. Pero, ¿cuáles son las ventajas e inconvenientes de esta modalidad? ¿Interesa a todos los trabajadores que quieran preparar su jubilación de cara al futuro? 

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La jubilación parcial, solo a partir de los 60 años

Todos aquellos trabajadores que cumplan 60 años tienen la posibilidad de acceder a la jubilación parcial siempre que lo soliciten y cumplan con las condiciones exigidas para tener derecho a la pensión de jubilación contributiva de la Seguridad Social. Esta modalidad de jubilación supone compaginar un contrato de trabajo a tiempo parcial con el cobro de dicha prestación.

Para poder beneficiarse de esta modalidad, el trabajador deberá reducir su jornada entre un mínimo de un 25% y un máximo del 50%, además de haber cotizado por un mínimo de 15 años (dos de ellos deberán ser inmediatamente anteriores a la solicitud de la jubilación parcial). 

Además de esta fórmula de jubilación parcial existe otra alternativa dependiendo del contrato de trabajo que tenga el trabajador. Si cuenta con un contrato de relevo a tiempo completo (que implica a dos trabajadores, uno de salida, que accede a la jubilación parcial, y otro de entrada, que cubre el resto de horas del jubilado), el solicitante deberá haber cotizado, como mínimo, 33 años a la Seguridad Social. Además, tendrá que contar con una antigüedad en la empresa de, al menos, seis años que deberán ser inmediatamente anteriores a la fecha de jubilación parcial. Junto con estos requisitos, también se exige reducir la jornada entre un mínimo del 25% y un máximo del 50%, o un 75% si el contrato de relevo es a jornada completa y por tiempo indefinido. 

Ventajas e inconvenientes

La jubilación parcial es una de las modalidades que más adeptos ha ganado en los últimos años, ya que permite al trabajador reducir considerablemente su jornada laboral y mantener una pensión de jubilación.

El dinero que el trabajador recibe es el resultado de aplicar el porcentaje de reducción de jornada al importe de la pensión que le correspondería, de acuerdo con los años que tenga cotizados a la Seguridad Social. Es decir, si un trabajador reduce su jornada a la mitad, trabajando el 50%, recibirá también el 50% de su pensión pública, ya que será proporcional.

Una de las ventajas que plantea esta forma de jubilación es que, en primer lugar, el importe de la pensión parcial resultante no puede ser inferior, en ningún caso, al importe de la pensión mínima vigente en cada momento para los jubilados mayores de 65 años. Además, otro de los puntos a favor por la que los trabajadores prefieren esta opción frente a otras modalidades como la jubilación anticipada es porque no se aplican coeficientes reductores a la pensión en función de la edad. Esto implica que, por el simple hecho de solicitar la pensión de jubilación de forma anticipada y parcial, no se verá reducida la cuantía, algo que sí ocurre cuando se solicita la jubilación anticipada. Además, la pensión de jubilación parcial también goza de la misma revalorización que las demás pensiones de modalidad contributiva.

Solicitar la jubilación parcial utilizando un contrato de relevo también tiene ventajas, en cierta medida, para las empresas. En estos casos, la compañía debe contratar de forma temporal a una persona que estuviera desempleada para que cubra las horas que se reducirá de su jornada el trabajador que haya solicitado la jubilación parcial. Todo esto contribuye a la renovación de la plantilla en la empresa.

No obstante, la jubilación parcial también presenta algunos inconvenientes. El primero, y más evidente, es que no todo el mundo puede acceder a ella. Uno de los motivos son los requisitos de acceso, que suelen ser difíciles de cumplir, sobre todo en lo que se refiere a la edad exigida de cotización si existe un contrato de relevo. Ese límite de edad se empezó a aplicar de forma gradual desde 2013 partiendo de un mínimo de 33 años. Actualmente, en 2019, los trabajadores que soliciten la jubilación parcial deberán haber cotizado 34 años y nueve meses. Estos periodos se irán incrementando gradualmente hasta los 36 años y seis meses en 2027.

Además de la dificultad de acceso para el trabajador, esta forma de jubilación implica costes extra para el sistema público de pensiones, puesto que al no aplicar coeficientes reductores a los trabajadores la Seguridad Social ha de afrontar un gasto mayor. Este coste se suma al incremento de la esperanza de vida, lo que implica que el sistema tiene que hacer frente a la retribución de los pensionistas durante un periodo de tiempo mayor.

Para poder calcular cuánto se percibirá de pensión en el futuro se recomienda consultar cada caso particular a través de esta herramienta de ‘Finect’. Así, sabiendo cuál será la pensión completa a la que se tendrá acceso, es posible hacerse una idea de hasta cuánto se estaría dispuesto a disminuirla a cambio de una reducción de jornada motivada por la jubilación parcial. 

¿Sabes cuánto tendrás de pensión cuando te jubiles?:

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