El juguete roto de Toys’R’Us en España: caída de ventas del 28% en una década

  • En los últimos diez años, coincidiendo con la crisis económica y el desembarco de Amazon, las ventas de la multinacional en España han pasado de 316,7 a 226,6 millones de euros.

    El beneficio del grupo en la Península, que incluye Portugal y su negocio inmobiliario, se ha recortado a la mitad, hasta 6,9 millones.

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La cadena de juguetes Toys 'R' Us se declara en bancarrota por su elevada deuda
La cadena de juguetes Toys 'R' Us se declara en bancarrota por su elevada deuda
C.G.B.

Ha sido el intocable rey de las jugueterías, hasta que el negocio tradicional saltó por los aires con las compras por internet. Toys’R’Us acaba de declararse en 'bancarrota' (el denominado Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos) ante el problema de deuda que se le viene encima. Pero las dificultades no sólo afectan a la matriz. El gigante del juguete también lleva años recortando su negocio en España.

La filial ibérica del grupo norteamericano (que incluye también su negocio en Portugal y la división inmobiliaria, de 'real estate') ha recortado en un 28% sus ingresos a lo largo de la última década. Años que coinciden con la crisis económica. También, con el desembarco de Amazon y la apuesta por el negocio online de los grupos de distribución tradicional, como El Corte Inglés.

Al cierre de 2007 (ejercicio que concluye el 31 de enero, después de la campaña navideña) el grupo Toys’R’Us ingresaba en la Península 316,7 millones de euros. Al concluir, 2016, esa cifra se reducía a 226,6 millones, según las memorias que la compañía ha remitido al Registro Mercantil. También ha sufrido su rentabilidad. Hace una década, la filial del grupo ganaba 14,2 millones de euros. Ahora, esa cifra se ha reducido, prácticamente, a la mitad, a 6,9 millones.

La compañía, que gestiona medio centenar de tiendas en España, ya ha aclarado que su actividad en España no corre peligro y que el día a día seguirá como hasta ahora. El problema lo tiene su matriz debido a su elevada deuda y, sobre todo, a los vencimientos que se le vienen encima a corto plazo. Por eso, se ha acogido a la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras que coloca a la compañía bajo supervisión judicial: sigue funcionando, mientras elabora un plan de reestructuración, pero revisada por un magistrado que da el visto bueno a todos los pasos que vaya dando.

La deuda de la juguetera alcanza los 5.000 millones de dólares (unos 4.180 millones de euros), de los que 400 millones de dólares vencen a lo largo del próximo año. Hay que tener en cuenta que ese pasivo es, prácticamente, la mitad de su volumen de ingresos anual, ya que el año pasado la multinacional ingresó 11.540 millones de dólares y tuvo números rojos por valor de 36 millones de dólares. Para solucionar ese problema, Toys’R’Us ultima un acuerdo con JPMorgan, Barclays, Goldman Sachs y Wells Fargo para reestructurar su endeudamiento.

Mientras en Estados Unidos la multinacional busca aire para sus finanzas, en España atraviesa problemas, sobre todos, vinculados al negocio en sí. La sociedad juguera cabecera del grupo en España (dejando al margen la inmobiliaria y la filial portuguesa) recortó ligeramente sus ingresos durante el último año (pasó de 210,4 a 209,9 millones de euros). Su beneficio bruto de explotación (Ebitda) creció de 1,4 a 1,8 millones de euros, pero su resultado antes de impuestos cayó a negativo. Perdió 2,8 millones "principalmente por el desembolso de rentas por importe de 14,5 millones de euros que realiza anualmente a su filial propietaria de los inmuebles Toys’R’Us Iberia Real Estate. Esta última, antes de impuestos, ganó 8,9 millones", según la memoria del grupo en 2016.

En ese mismo informe anual, la compañía desglosa algunos de los principales retos a los que se enfrenta en España. Entre ellos, los estacionales, porque el 55% de sus ventas se concentra en el último trimestre del año (del 1 de noviembre al 30 de enero). Otros están vinculados a la situación económica, entre los que cita el nivel de consumo, el desempleo, la inflación y la capacidad de crédito de sus clientes.

"El sector de 'retail' es altamente competitivo y nuestro resultado de operaciones es sensible a la competencia en precios, presiones promocionales, aperturas de tiendas…", enumera. Y no olvida la competencia digital. "Nuestro negocio de 'e-commerce' está sujeto a riesgos e incertidumbres fuera de nuestro control, tales como cambios en los deseos de los clientes, incremento de filtros en el software, cambios en tecnología, fallo de nuestro proveedor de servicios para desarrollar el servicio adecuadamente en tiempo y forma, etc", justifica en la memoria.

"Toys’R’Us asume que la situación económica sigue siendo un reto, razón por la cual centrará sus esfuerzos en las ventas, el margen y el mantenimiento de un control estricto en los gastos", concluye al hablar de sus objetivos en este ejercicio 2017 que cambiará el rumbo de la multinacional.

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