Justicia uruguaya emplaza a empresario español que pujó por aviones de Pluna

  • La Justicia uruguaya decidió hoy dejar emplazado al empresario español Hernán Antonio Calvo Sánchez, representante de la compañía que pujó en la fallida subasta de los aviones de la quebrada aerolínea uruguaya Pluna, después de que este declarara ante el tribunal de Crimen Organizado.

Montevideo, 5 sep.- La Justicia uruguaya decidió hoy dejar emplazado al empresario español Hernán Antonio Calvo Sánchez, representante de la compañía que pujó en la fallida subasta de los aviones de la quebrada aerolínea uruguaya Pluna, después de que este declarara ante el tribunal de Crimen Organizado.

Calvo quedó así libre, pero a disposición de la Justicia para cuando ésta decida llamarlo de nuevo a declarar por este caso, un escándalo que ya le costó el cargo y un procesamiento judicial por abuso de funciones al exministro de Economía Fernando Lorenzo y al director del Banco de la República, el principal banco privado del país, Fernando Calloia.

"No está procesado, estamos en fase de presumario y tiene las fronteras abiertas, pero con la certeza de que cuando sea llamado de nuevo, él vendrá", dijo a la prensa el fiscal de Crimen Organizado que dirige la investigación, Juan Gómez.

El empresario ya había declarado como testigo en esta causa el pasado 30 de abril.

Sin embargo, investigaciones posteriores llevaron a la Justicia a llamar de nuevo a Calvo, esta vez en calidad de indagado por supuestamente haber ejercido de testaferro del empresario Juan Carlos López Mena, dueño de la naviera Buquebus y la aerolínea BQB, que operan el transporte fluvial y el puente aéreo entre Argentina y Uruguay, en el intento de compra de los aviones de Pluna.

La quiebra de la aerolínea de bandera uruguaya y el proceso de subasta de sus aviones fue una operación plagada de irregularidades y que terminó en un sonado fracaso, además de con varias denuncias judiciales.

En octubre de 2012, Calvo Sánchez, como representante de la pequeña empresa aérea española Cosmo, adquirió en subasta siete aviones de Pluna por 137 millones de dólares.

Sin embargo, enseguida comenzaron a surgir sospechas debido a que Cosmo apenas era una empresa conocida en el sector y no tenía capital ni para pagar el aval necesario para ir a la subasta.

Dos días después de la subasta, López Mena, el ministro Lorenzo, y Calvo, que resultó ser un exempleado y amigo del empresario, fueron vistos comiendo juntos en un restaurante.

Luego se supo que Cosmo pagó el aval de 13 millones de dólares de la subasta con un préstamo del Banco de la República, otorgado a pedido de Lorenzo y con una empresa vinculada a López Mena como responsable subsidiaria.

A mediados de este año, se denunció, a través de una serie de declaraciones y correos electrónicos difundidos a la prensa por el dueño de Cosmo, Antonio Álvarez, que todo el proceso de liquidación de Pluna fue amañado entre López Mena y el Gobierno uruguayo y que su empresa participó en calidad de testaferro a cambio de varios millones de dólares, que nunca llegó a recibir.

Por su parte, López Mena denunció a Álvarez por extorsión.

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