Justo peral (sepla) valora la “conducta ejemplar” del presidente de iberia al renunciar a un bonus de 632.000 euros


El responsable de la sección sindical de Sepla en Iberia, Justo Peral, ha valorado la “conducta ejemplar” del presidente de la aerolínea, Luis Gallego, al haber renunciado a 632.000 euros de un bonus que le correspondía, lo que supone un “soplo de aire fresco” para la compañía.
De esta forma se expresó Peral en una entrevista concedida a Servimedia, en la que destacó que Gallego “nos hace confiar en él” porque “sabes que estás embarcado en un proyecto con una persona honrada”.
Peral apreció la “ética” del también consejero delegado de Iberia desde marzo de 2013 y presidente desde noviembre, al rechazar el bonus de 632.000 euros ante los “sacrificios” realizados por los trabajadores.
“Ha renunciado y para mí eso es una conducta ejemplar”, indicó Peral, que sostuvo que en España “se debería resaltar mucho” ante situaciones opuestas.
En esta línea, el dirigente sindical subrayó también el cambio en la gestión de Iberia desde la llegada del nuevo equipo gestor encabezado por Gallego, que “ha sabido dialogar”, “conoce el sector” y contempla un proyecto de desarrollo de la compañía, frente al anterior equipo liderado por Antonio Vázquez y Rafael Sánchez-Lozano.
Sobre la anterior dirección, Peral sostuvo que realizó la fusión con British Airways bajo “los intereses de los británicos” y con el fin de segregar Iberia para “salvar a British Airways”, en “quiebra” por el déficit de sus fondos de pensiones.
Además, criticó que el presidente “nunca bajó a la arena” mientras que el exconsejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, “venía a desmantelar los acuerdos con los pilotos antes de la fusión, que limitaban lo que se podía hacer”.
En este sentido, el jefe de Sepla-Iberia criticó que se incumplieron “todas” las salvaguardas para evitar el déficit financiero de las pensiones de British Airways, cuya fusión con Iberia se produjo antes de que cambiara la normativa contable en Reino Unido, y reprochó que desde la dirección quisieran convertir el problema de Iberia en un problema laboral, cuando “nunca quiso sentarse a negociar” y “no cumplía los laudos dictados por el Gobierno”. “Las fusiones entre iguales no suelen existir”, concluyó Peral.

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