Koplowitz llega a un acuerdo con Soros para ser inversor de referencia en FCC

  • Esther Koplowitz, que controla el 50,15 % de FCC a través de la sociedad B-1998, ha llegado en las últimas horas a un acuerdo de exclusividad con un fondo de George Soros para que éste acuda a la ampliación de capital por importe de 1.000 millones de euros que llevará a cabo la compañía de forma inmediata.

Madrid, 14 nov.- Esther Koplowitz, que controla el 50,15 % de FCC a través de la sociedad B-1998, ha llegado en las últimas horas a un acuerdo de exclusividad con un fondo de George Soros para que éste acuda a la ampliación de capital por importe de 1.000 millones de euros que llevará a cabo la compañía de forma inmediata.

George Soros, que posee el 3,8 % de FCC, podría llegar a una participación cercana al 25 % en el grupo.

Según ha señalado en una conferencia el consejero delegado del grupo, Juan Béjar, el acuerdo en exclusiva permite que el multimillonario de origen judío suscriba el 50,02 % de los derechos de la ampliación que le corresponden a la sociedad patrimonial controlada por Koplowitz, sin fondos para acudir a esta operación y que posee el 89,65 % de B-1998.

Según han indicado a EFE fuentes cercanas a las negociaciones, la intención pasa por que finalmente se suscriba un acuerdo de sindicación entre la participación de Soros y la de la Koplowitz en FCC a fin de que ésta no pierda la mayoría que ostenta en el grupo tras no poder acudir a la ampliación.

La compañía tiene voluntad de realizar "tan pronto como sea posible" la ampliación de capital y a ser posible antes del cierre de 2014.

Además, FCC amortizará 900 millones de un tramo de deuda -el denominado tramo B que a cierre de septiembre ascendía a 1.390 millones- con un descuento del 15 % y mediante la aportación de 765 millones logrados en la ampliación.

El grupo destinará otros 100 millones a Cementos Portland Valderrivas, 100 millones a su filial de medio ambiente en Reino Unido y 35 millones para financiar los gastos de la operación. Con todo ello se va a reducir la deuda total del grupo en 1.120 millones y se van a lograr fondos propios positivos por 634 millones.

Además, el remanente de deuda del tramo B va a reducir su remuneración del 13 % al 5 %, lo que equivale a 2,3 euros por acción. Habrá dos opciones de amortización de cara a su vencimiento: conversión en acciones de FCC o extensión por tres años adicionales.

Con todo ello se consigue eliminar el efecto dilutivo del tramo B consiguiendo crear valor para los accionistas.

Y es que, esos 1.390 millones del tramo B se habrían incrementado a su vencimiento -el 26 de junio de 2018- hasta 2.258 millones, de los que 868 millones serían intereses.

La compañía va a conseguir la relajación de algunas de las restricciones aparejadas al tramo B con el objetivo de retomar la distribución de dividendos si el ratio de deuda neta/ebitda es inferior a 4, conseguir amortizar 1.500 millones del crédito sindicado (ya sea tramo A o tramo B) y que el ebitda con recurso sea superior a los 750 millones.

"Si dios quiere", al final del proceso se recuperará la normalidad en la relación con los accionistas, lo que sólo se consigue con el pago de dividendo, ha señalado.

De momento FCC cuenta con el apoyo de las entidades que aglutinan el 75 % de la deuda y confía en que haya más adhesiones para no tener que recurrir a la homologación.

Por otra parte, la compañía ha rebajado sus previsiones de crecimiento de ebitda, de forma que si a comienzos del ejercicio preveían un aumento del 20 % en el año, ahora "lo previsible es que crezca entre el 10 y el 15 %".

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