La acreedora negocia que Reyal se quede sólo con 3-4 activos libres de carga

  • La banca acreedora de Reyal Urbis, en concurso de acreedores con un pasivo cercano a los 4.000 millones de euros, negocia que la compañía se quede con sólo 3 ó 4 activos libres de carga y que ceda a las entidades financieras activos inmobiliarios mediante la fórmula de dación en pago.

Madrid, 22 ene.- La banca acreedora de Reyal Urbis, en concurso de acreedores con un pasivo cercano a los 4.000 millones de euros, negocia que la compañía se quede con sólo 3 ó 4 activos libres de carga y que ceda a las entidades financieras activos inmobiliarios mediante la fórmula de dación en pago.

Según han indicado fuentes del sector, el proceso de negociación para intentar refinanciar la deuda y evitar así el concurso de acreedores continúa abierto.

La propuesta presentada por algunas entidades financieras tendría como objetivo reducir el actual tamaño de la inmobiliaria presidida por Rafael Santamaría.

El pasado mes de octubre, Reyal Urbis solicitó ante los juzgados acogerse al preconcurso de acreedores a fin de intentar refinanciar con un sindicato de bancos su deuda.

De fracasar este proceso, la compañía pasaría a protagonizar el segundo mayor concurso de acreedores de la historia de España atendiendo al volumen de su pasivo, solo superado por el presentado por Martinsa-Fadesa, que alcanzó un acuerdo con la banca para pagar sus 7.200 millones de deuda en un plazo de hasta 10 años.

Entre las mayores insolvencias se encuentra también la de la inmobiliaria Habitat, con 2.800 millones; la de las sociedades Mag Import y Alteco Gestión, controladas por la familia Soler y el empresario Joaquín Rivero, con una deuda de 2.421,4 millones de forma conjunta; el grupo Sacresa, con un pasivo de 1.800 millones, o Nozar, con una deuda de 700 millones.

En virtud de la ley concursal, la inmobiliaria, que acordó por unanimidad acogerse a lo previsto en el artículo 5 bis de la Ley Concursal, tiene un plazo de tres meses, ampliable a cuatro, para intentar alcanzar con la banca un acuerdo de refinanciación o las adhesiones necesarias para la admisión a trámite de una propuesta anticipada de convenio.

La compañía aseguró entonces que la propuesta de refinanciación planteada era "razonable" en las circunstancias actuales, por lo que confiaba en que las entidades financieras la acepten.

La compañía explicaba que la solicitud del preconcurso respondía a la "grave" situación de tesorería que atraviesa la sociedad y a la imposibilidad de llegar a un acuerdo en relación con determinadas operaciones de enajenación de activos de importes "significativos" contempladas en el plan de negocio del grupo.

Asimismo, agregaba que no tenía deuda vencida y no pagada "significativa" y que el vencimiento del pasivo principal con entidades de crédito y las administraciones públicas comienza este 2013.

Desde los máximos registrados en julio de 2007, los títulos de la compañía han pasado de valer 11 euros a 10 céntimos, lo que supone un descenso del 99 %.

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