Madrid, 3 jul.- La patronal de la banca española (AEB) considera "esperanzadores" los acuerdos alcanzados la semana pasada en Bruselas por los líderes de la zona del euro y espera que faciliten el acceso de la banca a los mercados y el descenso de la prima de riesgo, "actualmente en niveles insostenibles".
Esta es una de las principales conclusiones del Informe Económico-Financiero correspondiente al primer semestre de 2012 y publicado hoy por la AEB.
El documento se refiere, en concreto, a la recapitalización directa de los bancos en dificultades sin pasar por los Estados y la participación del mecanismo europeo de estabilidad (MEDE) en el mercado de deuda sin condición de acreedor preferente.
Aunque todavía no se ha concretado completamente y no se puede evaluar su verdadero alcance, dice la AEB, el nuevo enfoque en el diseño y prioridades de la política económica acordado en la citada cumbre "despeja algunas dudas y debería tener un impacto positivo sobre las condiciones y capacidad de financiación de nuestra economía".
En todo caso, agrega, su aprovechamiento queda condicionado al estricto cumplimiento y supervisión de unos "exigentes compromisos tanto en el campo presupuestario como en el de la reestructuración del sistema financiero y de las reformas estructurales".
La economía internacional continúa sujeta al persistente deterioro de la crisis y, aunque con diferencias, la mayor parte de países y regiones muestran un nuevo debilitamiento de la actividad, considera la patronal, explica el informe.
En concreto, en la zona del euro, las medidas de ajuste presupuestario junto con el proceso de desapalancamiento, tanto privado como público, han llevado a una recaída en recesión de los países de la periferia y a un estancamiento el conjunto del área.
España se enfrenta, de hecho, "al hecho inédito de caer de nuevo en recesión en el breve espacio de tres años" y de afrontar unos retos de ajuste y saneamiento "sin precedentes".
El principal foco de preocupación se centra en la Eurozona, donde la crisis de la deuda soberana, lejos de remitir, alcanza una gravedad extrema hasta poner fuertemente en entredicho su integridad y viabilidad, según la fuente.
En un contexto recesivo, agravado por las políticas de ajuste destinadas a restablecer el equilibrio presupuestario en un corto periodo, el riesgo soberano y bancario se retroalimentan mutuamente, sin que se disponga de las instituciones ni de los instrumentos adecuados para hacerles frente, añade la AEB.
El BCE, dentro de sus limitaciones institucionales, atenuó a comienzos del año las tensiones inyectando liquidez, ampliando los activos de garantía y alargando los plazos de reembolso, explica el documento.
Se trata, agrega, de medidas discrecionales, sin garantía de continuidad y que no despejan el horizonte en el que las entidades están llamadas a desenvolverse para definir su estrategia.
La Unión Monetaria carece del marco institucional, de mecanismos y de los instrumentos capaces de prevenir, gestionar y resolver crisis como la que actualmente sufre, dice el informe.
Ante la gravedad de la situación, es urgente, según la fuente, proporcionar la debida asistencia a los países en dificultad, sin menoscabo de una estricta condicionalidad, y suministrar la suficiente liquidez para evitar el colapso del sistema.
Debe, asimismo, rediseñarse su arquitectura, especialmente en el ámbito fiscal y financiero, al objeto de garantizar su viabilidad, añade la AEB, para la cual esto conlleva, necesariamente, una cesión de soberanía, "imprescindible" para su supervivencia.
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