La agricultura amenaza más a la perdiz que sus depredadores

Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que la marcada reducción de las perdices rojas en los campos cultivados de España durante las últimas décadas es consecuencia de la intensificación de las prácticas agrarias, y no tanto por la presencia de depredadores en su hábitat.

Según informó este martes el CSIC, la perdiz roja elige frecuentemente para anidar campos cultivados, "trampas ecológicas" que no son realmente su medio más adecuado.

En concreto, el estudio concluye que la cosecha es la causa principal de la pérdida de nidos, ya que destruye más del 56% de ellos, casi tres veces más que la desaparición provocada por depredadores como perros, zorros y urracas.

Los investigadores observaron durante tres años el comportamiento y los movimientos de 115 perdices adultas en la Meseta sur, la zona de mayor densidad de la especie, que está presente en toda la Península. Durante el estudio localizaron sus nidos para comprobar si la incubación y la puesta concluían con éxito y, en caso contrario, determinar la causa del fracaso.

Tras analizar los patrones que seguían a la hora de seleccionar el hábitat para anidar, comprobaron que los nidos situados en las lindes tenían mayor éxito.

La disponibilidad de este hábitat es escasa, lo que contribuye a que las perdices sitúen sus nidos principalmente en campos de cereales, donde se encuentran expuestos a las máquinas cosechadoras.

Para Fabián Casas y Javier Viñuela, del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (los dos científicos que han desarrollado la investigación), estos resultados indican que el éxito reproductivo de las perdices rojas puede mejorarse con una gestión agraria apropiada, principalmente aumentando y conservando las lindes, y mediante la adecuación de las fechas de cosecha.

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