Ginebra.- La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció hoy la "peligrosa espiral de violencia" que se registra en Siria con el asesinato de manifestantes pacíficos.
En un comunicado, Pillay solicitó a Siria "sacar lecciones de lo ocurrido en el norte de África y en el Magreb, que claramente demuestra que la represión de protestas pacíficas no sólo no resuelve las exigencias de la población, sino que crea una espiral de odio, violencia, asesinatos y caos".
La Alta Comisionada recordó que cuando la violencia empieza, "es mucho más difícil garantizar el derecho legítimo de quienes protestan a expresarse pacíficamente, escuchar y trabajar para resolver los problemas que están señalando, y tomar decisiones rápidas para solventar el déficit en derechos humanos que han suscitado los levantamientos", agregó Pillay.
La Alta Comisionada denunció el uso de munición real, y solicitó una investigación independiente, imparcial y efectiva sobre los asesinatos a manos de las fuerzas de seguridad.
Asimismo, llamó a las autoridades sirias a que liberen a todos los detenidos durante las protestas y a los defensores de los derechos humanos.
"Los sirios no son personas diferentes al resto de la región. Quieren disfrutar de los derechos fundamentales que se les han negado durante tiempo", concluyó la Alta Comisionada.
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