Madrid, 11 may.- El Consejo de Ministros ha aprobado hoy una nueva reforma financiera que endurece las provisiones de la banca, y que no incluye ayudas a fondo perdido a las entidades que lo necesiten, pero sí apoyos con un tipo cercano al 10 % anual.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró hoy tras el consejo de ministros que el Gobierno está determinado a "tomar las medidas necesarias" para restaurar la "credibilidad y la confianza" en el sistema financiero.
Una de las medidas que el Gobierno ha adoptado para dar una imagen de mayor transparencia hacia los mercados ha sido pedir a Economía que encargue a dos tasadores independientes una valoración de toda la cartera inmobiliaria que tiene en su balance la banca española.
La nueva regulación financiera obligará a la banca a aumentar los saneamientos para los créditos considerados no problemáticos, que hasta ahora solo había que dotarlos al 7 % de su importe.
La vicepresidenta explicó que la nueva reforma, al obligar a la banca a aumentar sus saneamientos, permitirá "recuperar" la concesión fluida de créditos y facilitar "la venta de viviendas a precios razonables".
Sáenz de Santamaría ha insistido en que la nueva regulación financiera no contemplará "ayudas públicas" para las entidades que no puedan abordar el saneamiento, aunque sí podrán acceder a un sistema de apoyo mediante "acciones y títulos convertibles" por los que el Gobierno cobrará un interés cercano al 10 % anual.
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