La banca y los extranjeros, claves del éxito del mercado de deuda para pymes

  • El Mercado Alternativo de Renta Fija para pymes (MARF) arrancará el próximo 7 de octubre con una clara voluntad de atraer a inversores extranjeros, pero sin que esté claro aún si finalmente serán los bancos quienes garanticen las emisiones -mediante préstamos del ICO-.

Madrid, 28 sep.- El Mercado Alternativo de Renta Fija para pymes (MARF) arrancará el próximo 7 de octubre con una clara voluntad de atraer a inversores extranjeros, pero sin que esté claro aún si finalmente serán los bancos quienes garanticen las emisiones -mediante préstamos del ICO-.

Tras varios meses de preparativos, el ministro de Economía, Luis de Guindos, adelantó esta semana que el MARF, dirigido y gestionado por AIAF, la plataforma de renta fija de BME, se estrenará para que las pymes accedan al mercado de capitales y puedan financiarse a más largo plazo y a menor coste que lo que ofrecen los bancos.

La economía española está bancarizada, recordó entonces el ministro, por lo que hay que establecer nuevas vías de financiación y, sobre todo, que "quien se lo merece" tenga recursos disponibles.

Se trata de poner en marcha una alternativa asequible de financiación para las pymes en España, donde el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), pensado para ellas, ha captado algo más de 100 millones en sus tres primeros años de vida, mientras que desde las firmas de capital riesgo fluyen unos 2.500 millones de euros al año.

Una de las dificultades que se puede encontrar el MARF es la falta de una garantía de las emisiones, más allá de la que ofrecen empresas poco conocidas; una posible solución, apuntan fuentes del mercado, es que sean los bancos, a través de préstamos del ICO, los que financien estos bonos.

El director de Axesor Rating, primera agencia de calificación de riesgos homologada en Europa, Adolfo Estévez, calcula que una vez estrenado el nuevo mercado, el próximo 7 de octubre, en noviembre se podrán ver las primeras emisiones, que contarán para entonces con las calificaciones crediticias necesarias, así como con asesores registrados.

El consenso del mercado estima que más de 100 empresas españolas reúnen todos los requisitos para debutar en este mercado, aunque el espectro potencial es mayor y puede abarcar hasta 800 sociedades.

Entre las condiciones que deberían cumplir las empresas para sumarse a este mercado, destaca un resultado bruto de explotación o ebitda de entre 12 y 400 millones de euros, un rating igual o superior a BB, y que la matriz de la sociedad, en caso de existir, no sea extranjera o no cotice en el IBEX.

Aunque la idea es que las emisiones alcancen un volumen de entre 20 y 25 millones de euros, también se podrían considerar viables aquellas en torno a 10 millones.

No obstante, hay quien apunta algunas debilidades de este modelo, entre otras lo difícil que es atraer inversión extranjera hacia emisiones de bonos de empresas no cotizadas después de escándalos en algunas empresas que sí cotizan, como ha sido el caso de Pescanova.

Asimismo, recuerdan que en realidad no se trata de un mercado de renta fija para pymes sino para grandes empresas no cotizadas con ebitdas mínimos de 10 millones de euros, es decir, para empresas que facturan más de 100 millones: una pyme debe facturar menos de 50 millones para ser considerada como tal.

Otros países europeos ya cuentan con este tipo de mercados de renta fija, como el Oslo AMB de Noruega, que desde 2005 ha movido más de 4.200 millones de euros, o sus homólogos en Francia y Alemania.

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