La bolsa castigó cuatro veces más a las aerolíneas tras el 11-S

  • En los tres días que siguieron a los atentados contra las Torres Gemelas, las principales compañías aéreas europeas se dejaron entre un 20% y un 36% en el mercado de valores, frente a los recortes de entre el 4%-6% que cosechan desde que entró en erupción el volcán Eyjafjalla.
Ruth Ugalde

Los mensajes apoteósicos que algunas aerolíneas y algunas casas de análisis están lanzando respecto al impacto que tendrá en el sector aéreo la erupción del volcán Eyjafjalla parecen tener poca credibilidad para los inversores. Al menos, si se compara con la repercusión que tuvo la otra gran crisis de los cielos: los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Durante los tres días que siguieron al derrumbe de las desaparecidas Torres Gemelas de Nueva York, las principales compañías aéreas del Viejo Continente se dejaron entre un 20% y un 36% de su valor en bolsa, en torno a cuatro veces más del castigo que están sufriendo ahora.

En concreto, hace nueve años, la compañía más castigada fue la holandesa KLM, que perdió un 36,88% y terminó esquivando la quiebra gracias a su fusión con Air France. La aerolínea de bandera gala, por su parte, se deplomó en las tres sesiones que siguieron a los atentados un 23,48%, frente al 6,21% de recorte que acumula desde el pasado jueves, cuando la nube tóxica procedente de Islandia obligó a empezar a cerrar los espacios aéreos del norte de Europa.

Uno de los países más afectados por esta medida ha sido Reino Unido, que desde hace seis días tiene clausurados sus cielos. Este cerrojado ha supuesto para British Airways una caída del 4,94% en bolsa durante las últimas tres jornadas, pecata minuta si se compara con el recorte del 26,25% que sufrió en 2001.

La aerolínea de bandera británica acaba de sellar definitivamente su matrimonio con la española Iberia, que desde el pasado viernes se deja un 5,2%, frente al 22,52% que perdió tras los atentados del 11-S. Del mismo modo, el recorte del 4,98% que acumulan los títulos de la alemana Lufthansa están muy lejos del batacazo del 20,8% que sufrieron con las Torres Gemelas.

"La nube tóxica es para muy pocos días y, del mismo modo que ahora las aerolíneas caen en bolsa, el mercado reaccionará al alza en cuanto pase", señala Manuel Romera, director del Sector Financiero en IE Business School.

En su opinión, el ruido que se está haciendo en torno a estas compañías responde más a un problema de la industria, necesitada de una fuerte reconversión, que al hecho puntual el volcán islandés. "El problema del sector aéreo es que está mal de por sí. Si además, le das una excusa para que se hable de él, apaga y vámonos".

Josep Francesc Valls, catedrático del Departamento de Dirección de Márketing y del Centro de Dirección Turística de Esade, también considera exagerado comparar el impacto de la nube tóxica con el 11-S. "Los atentados contra las Torres Gemelas tuvieron un impacto mucho más largo, por tanto, no compararía un hecho con otro. Aunque también es cierto que, hoy por hoy, el impacto económico tiene una consecuencia similar".

El profesor de Esade se refiere a las pérdidas de entre 600 y 700 millones que, se estima, tendrá el sector aéreo por el cierre de los cielos con motivo de la nube tóxica. Unos números rojos que Europa ha decidido compensar y, así, solventar esta crisis que, como apunta Romera, parece más una excusa para tapar los problemas de fondo de las aerolíneas.

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