La bolsa española se corona en enero como la peor del mundo

  • El arranque del año no ha podido ser peor. O quizás sí. Pero al final lo que importa son los números, y si se compara con los índices de referencia internacionales, lo único que se puede decir es que el Ibex 35 ha sido, por diferencia, el peor indicador del planeta en enero. Y parece que puede seguir siéndolo una temporada, aunque remonte parte de su vuelo en las próximas semanas. ¿El motivo? Las incertidumbres que hay sobre la economía española.
Ruth Ugalde/Ana P. Alarcos

En apenas un mes, el índice de referencia de la bolsa española, el Ibex 35, ha pasado de pelear por alzarse con el título al mejor indicador del mundo en 2009 (terminó segundo) a caer en el olvido como el peor del planeta. Del cielo al infierno en apenas cuatro semanas.

El Ibex 35 ha despedido enero con una caída del 8,3%, hasta situarse en 10.947,7 puntos, y haber retrocedido a niveles del pasado mes de septiembre. Se dice pronto. Es cierto que en esta caída no ha estado sólo y que todos los indicadores de referencia del mundo han sufrido severas caídas, pero no tan fuertes.

El italiano PSI 20 (el mejor 2009, por otra parte) se ha dejado un 6,7%, el alemán Dax le sigue en Europa con una caída del 5,8%, detrás aparece el francés CAC 40 con un descenso del 4,98%, mientras que el británico FTSE 100 ha sido el mejor del Viejo Continente, y eso que se ha dejado un 3,8%.

Al otro lado del Atlántico los índices también se han teñido de rojo, especialmente los tecnológicos. Los Nasdaq,Cien y Composite, han sufrido recortes 7,1% y el 4,8%, respectivamente, mientras que el Dow Jones y el S&P se han dejado un 4,4%.

¿Qué ha pasado?

A la hora de analizar qué ha desatado esta cadena de pérdidas se pueden alegar varios motivos. "Pero, fundamentalmente, hay cuatro factores", según explica Vicente Pérez, de Capital Markets

Primero, la tormenta desatada contra la deuda pública de Grecia ha sido una advertencia para el resto de mercados, ya que levanta interrogantes sobre la salud de otros países, como España. Segundo, la decisión de la firma de calificación creditica S&P de poner al sistema financiero inglés como el de mayor riesgo del mundo. Tercero, el hecho de que los resultados empresariales no están dando especiales alegrías. Y cuarto, las dudas que sigue generando el plan de Barack Obama, presidente de Estados Unidos, contra las entidades financieras.

Si a estos datos se suma que el euro está perdiendo fuerza respecto al dólar a pasos agigantados, se obtiene una dura radiografía para Europa. "La desconfianza puede seguir aumentando en la zona euro, y en España especialmente", añade Pérez.

Los grandes, los peores


Los grandes valores del Ibex 35 han sido en este arranque de año los grandes impulsores de las pérdidas, especialmente, BBVA, Telefónica y Santander, que se han dejado un 12,8%, un 11,06% y un 10,82%, respectivamente.

Los negativos resultados presentados por la entidad presidida por Francisco González han coronado un enero muy duro para la banca, en el que se ha juntado la guerra abierta por Obama para controlar su tamaño, sus operaciones y sus sueldos, con la noticia de que todos los bancos cotizados han recortado seriamente sus beneficios en 2009 (sólo falta por conocerse los datos de Santander, que se publican el jueves).

La evolución de Telefónica ha estado marcada, desde comienzos de mes, por la evolución de su negocio en Venezuela y la amenaza de que la operadora sea incapaz de cumplir sus previsiones de beneficios y sus compromisos de pago de dividendo. Dos máximas que Telefónica, no obstante, ha insistido que mantendrá.

Y ahora, ¿qué?

A pesar de este mal arranque del año, y de las incertidumbres que siguen amenazando a los mercados en el corto y medio plazo, Paula Haussman, analista de Agenbolsa, se muestra confiada con el futuro. De hecho, son muchos los expertos que defienden aprovechar las fuertes caídas de enero para lanzarse a comprar.


"Con los precios actuales, es posible que los fondos de inversión aprovechen para aumentar su exposición a la renta variable", señala Haussman, que insiste en el análisis realizado la semana pasada: "todavía no se han perdido los niveles de soporte". Mientras se mantenga los 10.000 puntos, la experta no encuentra motivos para llevarse las manos a la cabeza.

En la recta final de 2009 se subió mucho, defiende, y era normal una correción. ¡Que se lo digan al Ibex!

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