La bolsa española se sitúa en niveles de julio de 2010 tras perder el 2,18 por ciento

  • Madrid.- Las pérdidas de las bolsas internacionales y las ventas en el mercado de deuda condicionaron hoy la caída del parqué español, que bajó el 2,18 por ciento y registró otro mínimo anual en 9.100 puntos, nivel desconocido desde el comienzo de julio del año pasado.

El IBEX relaja su caída a mediodía hasta el 0,53 por ciento
El IBEX relaja su caída a mediodía hasta el 0,53 por ciento

Madrid.- Las pérdidas de las bolsas internacionales y las ventas en el mercado de deuda condicionaron hoy la caída del parqué español, que bajó el 2,18 por ciento y registró otro mínimo anual en 9.100 puntos, nivel desconocido desde el comienzo de julio del año pasado.

Así, el principal índice de la bolsa española, el IBEX 35, perdió 203,30 puntos, equivalentes al 2,18 por ciento -la séptima mayor caída del año-, hasta 9.114,90 puntos. Las pérdidas anuales ascienden al 7,55 por ciento.

En Europa, con el euro a 1,42 dólares, las principales plazas europeas bajaron: Milán, el 2,53 por ciento; Fráncfort, el 2,26 por ciento; el índice Euro Stoxx, el 1,87 por ciento; París, el 1,82 por ciento, y Londres, el 0,97 por ciento.

El cierre casi neutro de Wall Street en la víspera -cayó el 0,1 por ciento- no impedía que la bolsa española volviera a abrir con pérdidas y que rápidamente cayera más del 1 por ciento y rompiera el nivel de 9.200 puntos.

Las ventas en el mercado de deuda, que elevaban la rentabilidad de las obligaciones a diez años hasta el 6,7 por ciento y la prima de riesgo por encima de 400 puntos básicos, causaban el descenso del mercado nacional.

La volatilidad en la negociación de los bonos se producía a pesar de que la Cámara de Representantes de Estados Unidos había acordado en la víspera elevar el límite de endeudamiento -ahora queda el Senado-.

El mercado ignoraba el descenso del paro en España en julio en algo más de 42.000 personas, con lo que el número de desempleados se bajaba hasta 4,08 millones.

La bolsa rebotaba una hora después de la apertura y conseguía momentáneamente ganancias, aunque las pérdidas, moderadas, volvían rápidamente.

Al apaciguarse las ventas en el mercado de deuda y surgir las declaraciones políticas -el Gobierno español descartaba aplicar más ajustes económicos, el presidente Zapatero suspendía el inicio de sus vacaciones y España recibía el apoyo de la Comisión Europea-, la bolsa transcurrió unas horas entre 9.300 y 9.250 puntos.

Los datos de los ingresos y gastos personales de los estadounidenses en julio, que subieron el 0,1 y bajaron el 0,2 por ciento, respectivamente, y la decepción por los resultados de Pfizer acercaron a la bolsa española a 9.200 puntos.

Con el incremento de las pérdidas del mercado neoyorquino después de que se conocieran esos datos, y los inversores, pendientes de la votación del Senado y de las amenazas de las agencias de calificación de rebajar la deuda estadounidense, la bolsa española acentuaba sus pérdidas.

Mientras Wall Street estaba a punto de perder el nivel de 12.000 puntos con una caída cercana al 1 por ciento, la bolsa española cerraba en el mínimo de la jornada, mientras la cotización del euro se situaba sobre 1,42 dólares y el petróleo Brent se cambiaba a 117 dólares.

Todos los grandes valores del mercado español registraron pérdidas: Banco Santander, el 2,82 por ciento; BBVA, el 2,81 por ciento; Repsol, el 2,3 por ciento; Iberdrola, el 1,24 por ciento, y Telefónica, el 1,01 por ciento.

Sacyr lideró los descensos del IBEX con una caída del 6,36 por ciento, seguida de Gamesa, que cedió el 6,26 por ciento, mientras que Técnicas Reunidas bajó el 5,51 por ciento; OHL, el 5,32 por ciento; Mediaset, el 5,11 por ciento, y Abengoa, el 4,8 por ciento.

Sólo subió una compañía del IBEX, Gas Natural, que avanzó el 0,22 por ciento, mientras que Telefónica registró la menor caída, seguida de Grifols, que cedió el 1,19 por ciento, después de anunciar que había comprado la participación que le quedaba de Lateral-Medion para controlar todo su capital.

En el mercado continuo destacó la caída del 9,52 por ciento de Nyesa, en tanto que Unipapel encabezó las ganancias con una subida del 4,72 por ciento.

Antes del cierre del mercado de deuda, la rentabilidad de las obligaciones a diez años españolas subía nueve centésimas y se situaba en el 6,29 por ciento, mientras que la prima de riesgo avanzaba once puntos básicos, hasta 385 puntos.

El efectivo negociado ascendió a 5.389 millones, de los que 1.900 fueron intermediados por inversores institucionales.

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