La brasileña Oi niega que pretenda vender sus activos en Portugal

Río de Janeiro, 7 oct.- La telefónica brasileña Oi, principal accionista en la compañía resultante de su fusión con Portugal Telecom, negó hoy que pretenda vender sus activos en Portugal aunque admitió que no descarta algunas transferencias, principalmente en África, para mejorar el perfil de su deuda.

"La compañía aclara que, hasta la actual fecha, no existe decisión dirigida a vender sus activos en Portugal y que no recibió ninguna propuesta para eso", informó Oi en un comunicado enviado a la bolsa de valores de Sao Paulo.

La mayor operadora de telefonía fija de Brasil hizo la aclaración luego de que la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM) le exigiese explicaciones sobre versiones de prensa en el sentido de que, tras la fusión y ante su elevado endeudamiento, pretendía vender todas sus operaciones en Portugal para concentrarse en Brasil.

Según tales versiones, la operadora europea Altice negocia un acuerdo para quedarse con los activos de Oi en Portugal.

La empresa aclaró en su comunicado que parte de su estrategia es evaluar alternativas para mejorar la situación financiera y el perfil de la deuda de la compañía y que, por ello, no excluye "la eventual alienación de activos no estratégicos y de participaciones en empresas controladas".

Citó el caso de la participación de Oi en el grupo africano de telecomunicaciones Africatel Holdings B.V., que ya fue ofrecida públicamente en venta.

"En cuanto a los activos en África, la empresa busca interesados en su adquisición, pero, hasta el momento, no hay ningún acuerdo ni fue firmado algún documento o propuesta dirigida a la alineación de los mismos", agregó Oi.

La telefónica brasileña acumulaba en junio pasado una deuda líquida de cerca de 46.200 millones de reales (unos 19.166,7 millones de dólares), valor en un 52,8 % al de un año antes.

Portugal Telecom y Oi anunciaron el año pasado un acuerdo de fusión para crear una multinacional de las telecomunicaciones con operaciones en América, Europa y África.

Los términos del acuerdo fueron revisados este año, con una reducción de la participación de la compañía portuguesa en la empresa resultante, tras trascender que Portugal Telecom había contraído una deuda irrecuperable de 900 millones de euros con papeles del Grupo Espírito Santo.