La caída del IPC allana el camino a Valerio para dejar sin 'paguilla' a los jubilados

  • La Seguridad Social trabaja con varios escenarios para compensar la eventual diferencia, ante el inesperado desplome de la inflación en noviembre.
Concentración en Bilbao de la plataforma de asociaciones de jubilados, viudas y pensionistas de Bizkaia. (EFE)
Concentración en Bilbao de la plataforma de asociaciones de jubilados, viudas y pensionistas de Bizkaia. (EFE)

El inesperado descenso de la tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) en noviembre no solo ha pillado por sorpresa a los analistas, que no esperaban una caída tan pronunciada, sino también al propio Gobierno, que trabaja con unas previsiones de inflación superiores para la recta final del año. El dato adquiere especial relevancia para el Ministerio de Trabajo, que, con el índice en el 1,7%, ve allanarse el camino para no tener que abonar la 'paguilla' extra compensatoria que ha prometido a los pensionistas en 2019 para que no pierdan poder adquisitivo.

El dato no es baladí. Si observamos la serie del Instituto Nacional de Estadística (INE) nos encontramos con una tasa anual superior al 2% en los últimos seis meses. Pocos esperaban que el dato se desplomase hasta el 1,7% en noviembre, desde el 2,3% de octubre. A la espera de la confirmación de las cifras a mediados de diciembre, la inflación en estos niveles viene muy bien a la Seguridad Social, pues se aproxima al 1,6% que subieron las pensiones este año, lo que podría reducir la factura de la paga compensatoria que el Gobierno ha prometido a los pensionistas en 2019 por la desviación de los precios. Incluso, hacerla desaparecer.

La intención de Trabajo es utilizar el IPC de diciembre para calcular la 'paguilla' que se abonará a los pensionistas "en torno a febrero de 2019", de acuerdo con fuentes del Ministerio, para compensar la pérdida de poder adquisitivo por la subida de las prestaciones del 1,6%. En un principio, los técnicos habían estimado una tasa anual del índice para el cierre de año del 1,9% que, a razón de 128,6 millones de euros por décima, elevaría la factura de las pensiones del año que viene en 386 millones, cantidad que se duplicaría, hasta 772 millones, en el caso de consolidarse en nómina (todo apunta a que así se hará).

Pero ahora que el índice se ha desplomado, la Seguridad Social podría ahorrarse varios cientos de millones de euros que, por cierto, no le sobran. La nómina mensual bate récord tras récord y se acerca peligrosamente a los 9.300 millones de euros, tras las fuertes subidas que se activaron con la entrada en vigor de los Presupuestos de 2018. Un informe presentado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ante la Comisión del Pacto de Toledo sitúa el déficit estructural del sistema en el 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB) y algunas estimaciones apuntan a un desfase de 19.000 millones de euros este año y nada menos que 20.000 millones en 2019.

En el mejor caso, la factura es cero

No ajenos a estas cifras, el departamento que dirige Magdalena Valerio trabaja con varios escenarios. En el más favorable, el IPC cae otra décima en su tasa anual, acaba por cerrar el año en el 1,6% y levanta la presión sobre las arcas públicas al no tener que desembolsar ninguna compensación a los pensionistas, que no perderían poder de compra (al menos, con la referencia de diciembre, aunque sí teniendo en cuenta la media anual, que las previsiones de Funcas sitúan en el 1,8%). 

De quedarse en el 1,7% en diciembre, la Seguridad Social tendrá que abonar solo la diferencia por una décima, es decir, 128,6 millones de euros, cantidad que se eleva hasta 257 millones en caso de consolidarse en la nómina, ahorrándose así más de 500 millones de euros respecto a los 772 antes mencionados.

El último descrito sería, de hecho, el panorama real si el actual Gobierno siguiese la tradición que marcaba la anterior regulación que determinaba que las prestaciones se compensan utilizando como referencia el IPC del mes de noviembre. Sin embargo, expertos como el economista jefe de Civismo Javier Santacruz ven borrosa la posibilidad de que la tasa anual se sitúe en el último mes en el 1,7%. "No descarto que los precios puedan  volver a subir en diciembre, cuando se produce un escalón en la antesala de las rebajas de enero", vaticina, para explicar después que "todo dependerá de la volatilidad del mercado eléctrico y del petróleo".

Así, en escenarios más comprometidos para la sostenibilidad del sistema, si el IPC no hubiera iniciado una senda descendente y se fuera en diciembre al entorno del 2%, la Seguridad Social tendría que gastarse más de 1.000 millones de euros extra el año que viene. Siempre teniendo en cuenta, insistimos, que la compensación se consolida en la nómina mensual, por lo que el coste de la 'paguilla' que se abonaría a principios de 2019 se duplica en el cómputo anual.

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