La CAM ve amenazado su futuro tras la ruptura del proyecto de Banco Base

  • Madrid.- Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura decidieron hoy romper su proyecto de fusión con la CAM, que iba a dar lugar a la tercera caja española, lo que pone en entredicho el futuro de la entidad alicantina debido a su alta morosidad y a una solvencia muy por debajo de los requisitos del Gobierno.

Madrid.- Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura decidieron hoy romper su proyecto de fusión con la CAM, que iba a dar lugar a la tercera caja española, lo que pone en entredicho el futuro de la entidad alicantina debido a su alta morosidad y a una solvencia muy por debajo de los requisitos del Gobierno.

Las asambleas de las tres entidades se negaron, por mayoría, a traspasar sus activos y pasivos al llamado Banco Base, aunque previsiblemente planean continuar con un proyecto en común, por lo que han pedido al Banco de España que les dé hasta la próxima semana de plazo para presentar su nueva estrategia, señalaron fuentes financieras.

Según estas fuentes, el nuevo proyecto sólo requeriría ayudas públicas de unos 400 millones de euros para llegar a la solvencia exigida por el Ejecutivo (el 10 por ciento en el caso de que no coticen y tengan gran dependencia de los mercados mayoristas).

La cifra de apoyo estatal contrasta con los 4.277 millones que hubiera necesitado el grupo por la delicada situación de la CAM, lo que convertía al Estado en partícipe casi mayoritario de la nueva entidad, diluía la participación de cada caja y suponía una merma en los fondos que iban a obtener para actividades sociales (la obra social).

Tras la ruptura del proyecto, la CAM -al igual que las otras tres cajas- tendrá que presentar "inmediatamente" un plan alternativo, según exigió hoy el Banco de España.

Fuentes financieras consultadas por Efe destacaron que el organismo presidido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha contactado con las principales entidades españolas -entre ellas, el Santander y La Caixa- para buscar una salida a la CAM, que podría ser intervenida si fuese necesario en última instancia.

Las entidades que podrían optar a quedarse con la CAM, en ese caso, están preocupadas por el modo en que se "garantizarían y cubrirían" las posibles pérdidas del negocio de la caja, algo que ya se hizo con la cartera industrial de CCM.

Respecto al resto de los integrantes del Banco Base, el supervisor bancario recordó hoy que se quedarán sin las participaciones preferentes por importe de 1.493 millones de euros que había acordado suscribir el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en diciembre de 2010.

Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria insistieron en que les hubiera ido "mal" si no hubieran tomado la "precaución" de continuar un proyecto de fusión sin la CAM, cuya alta morosidad, exposición al ladrillo y baja solvencia obligaba a revisar el reparto de peso en la entidad resultante o dejar fuera a la caja alicantina.

La CAM, que había hecho hincapié en que se tenían que cumplir los "compromisos" tal y como estaban firmados, defendió hoy que no "existen argumentos que justifiquen el cambio de opinión del resto de socios", que conocían perfectamente sus cifras desde hace tiempo.

El presidente de CAM y del Banco Base, Modesto Crespo, también afirmó "no compartir" la necesidad de aumentar de una forma "tan elevada" la cantidad solicitada al FROB.

Crespo defendió que la salida a Bolsa hubiera permitido reducir la cuantía, en contra de la opinión de sus socios, a los que finalmente apoyó "por razones de cautela y consenso".

La CAM analiza además la posibilidad de acciones legales, ya que sus letrados creen que "teóricamente" el proyecto podría seguir adelante aunque tres de las cuatro asambleas soberanas de estas cajas rechazaran el proyecto de "fusión fría".

Esa interpretación surge de la "cláusula de excepción/suspensión", que no pasó por las asambleas de Cajastur, CAM y las cajas de Extremadura y Cantabria, pero que fue aprobada por sus respectivos consejos.

La alianza de Banco Base arrancó oficialmente en mayo de 2010 y estaba destinada a generar una entidad con activos próximos a 130.000 millones de euros, de los que 70.000 millones correspondían a la CAM y el resto se repartían entre Cajastur, con un peso mayoritario (unos 39.000 millones), Caja Cantabria y Caja Extremadura.

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