La Casa Blanca confía en que el Senado aprobará mañana el presupuesto

  • La Casa Blanca confía en que el Senado aprobará mañana un presupuesto bipartidista que aleje el temor a un nuevo cierre administrativo, aunque a menos de 24 horas de la votación no están asegurados los ocho votos republicanos necesarios.

Washington, 16 dic.- La Casa Blanca confía en que el Senado aprobará mañana un presupuesto bipartidista que aleje el temor a un nuevo cierre administrativo, aunque a menos de 24 horas de la votación no están asegurados los ocho votos republicanos necesarios.

Así lo ha explicado hoy en rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, quien ha subrayado en numerosas ocasiones que "todo indica" que los republicanos no repetirán la estrategia "partidista" de amenazar con un nuevo cierre administrativo para arrancar concesiones a los demócratas.

"No esperamos que los republicanos repitan el mismo camino que en octubre, precisamente porque quedó probado que es desastroso políticamente para ellos y, más importante, para la economía y para la clase media", afirmó Carney.

Los senadores votaran mañana, antes de las vacaciones de Navidad, el proyecto presupuestario que la Cámara de Representantes, bajo control republicano, aprobó el pasado jueves y que, de ver finalmente la luz, despejaría el temor a una parálisis administrativa, al menos hasta la segunda mitad de 2015.

Pese a que el Senado, controlado por los demócratas, suele ser más predecible que la más numerosa Cámara de Representantes y que la propuesta de presupuesto fue consensuada previamente con una representante de la Cámara Alta, la demócrata Patty Murray, no hay garantías de que la votación vaya a ser fácil.

Solo cuatro senadores republicanos han adelantado su apoyo a las cuentas federales y el núcleo del ultraconservador "Tea Party" podría complicar la tramitación.

No obstante, y ante las repetidas preguntas de los periodistas sobre esta cuestión, Carney ha insistido en que todo apunta a que mañana el Senado demostrará que el periodo de "gobernar con un Congreso que genera crisis" ha terminado, si no para siempre, sí por algún tiempo.

"Esperamos que los republicanos no vuelvan a amenazar con no apoyar las cuentas, por todo el daño que esa actitud ha causado a nuestra economía, a la clase media, a la creación de empleo y al Partido Republicano", afirmó el portavoz de la Casa Blanca.

Y concluyó: "el acuerdo bipartidista es un paso significativo en un periodo en el que el Congreso ha estado perjudicando a la economía en lugar de facilitar el crecimiento y la creación de empleo".

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