La CE aprueba el nuevo rescate de Dexia y su plan de reestructuración

  • La Comisión Europea (CE) aprobó hoy la última inyección de 5.500 millones de euros al banco Dexia por parte de los gobiernos de Bélgica y Francia a condición de que se ejecuten los compromisos establecidos en el plan de reestructuración y liquidación ordenada de la entidad.

Bruselas, 28 dic.- La Comisión Europea (CE) aprobó hoy la última inyección de 5.500 millones de euros al banco Dexia por parte de los gobiernos de Bélgica y Francia a condición de que se ejecuten los compromisos establecidos en el plan de reestructuración y liquidación ordenada de la entidad.

París y Bruselas aportarán también garantías que se elevarán hasta un máximo de 85.000 millones de euros.

"La Comisión llegó a la conclusión de que, siempre que se cumplan todos los compromisos de la resolución ordenada del Grupo Dexia, la reestructuración de (su filial belga) Belfius y el nuevo banco de desarrollo establecido en Francia, estas transacciones son compatibles con las normas de la UE sobre ayudas estatales", señaló el Ejecutivo europeo en un comunicado.

Con esta nueva inyección y el plan de reestructuración y liquidación ordenada, Francia, Bélgica y Luxemburgo pretenden poner punto final al desplome del grupo financiero, que no han logrado detener pese a los dos rescates millonarios recibidos en 2008 y 2011.

"Estoy muy contento de estar finalmente en condiciones de aprobar la resolución Dexia", celebró hoy el vicepresidente de la CE y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, quien aseguró que este plan "reduce el coste para el contribuyente a un nivel estrictamente necesario para la ejecución del proceso de resolución ordenada".

El plan aprobado hoy supone la liquidación ordenada de lo que quedaba del grupo Dexia como tal y la reestructuración de Belfius -la filial belga de Dexia ahora en manos del Gobierno de este país- con el objetivo de que alcance la viabilidad a largo plazo.

Del lado francés, "Dexia Municipal Agency" (que aún forma parte de Dexia) pasará a integrarse en un banco galo de desarrollo, cuya actividad será limitada estrictamente al sector público local.

La rama luxemburguesa, Dexia BIL (Banco Internacional en Luxemburgo) fue vendida en un 90 % a un inversor privado, mientras que el Estado luxemburgués se quedó con el 10 % restante.

Para culminar el proceso de reestructuración y liquidación, que ya está muy avanzado debido a que la entidad se ha desecho de prácticamente la totalidad de sus filiales comerciales, Dexia contará con un consejo de administración "reducido", liderado por el belga Karel De Boeck y presidido por el francés Robert de Metz.

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