La CE busca mejorar el mercado de emisiones para evitar la fuga de empresas

  • La Comisión Europea (CE) propuso hoy revisar los criterios de reparto de ayudas compensatorias a las industrias que están obligadas a comprar derechos para emitir de dióxido de carbono (CO2) para evitar que se "fuguen" fuera de la Unión Europea.

Bruselas, 21 dic.- La Comisión Europea (CE) propuso hoy revisar los criterios de reparto de ayudas compensatorias a las industrias que están obligadas a comprar derechos para emitir de dióxido de carbono (CO2) para evitar que se "fuguen" fuera de la Unión Europea.

Para ello, el Ejecutivo europeo presentó un borrador de directrices para el reparto de las ayudas estatales, que están destinadas a compensar a las industrias por el aumento del precio de la electricidad que produce el sistema de comercio de derechos de emisión de CO2 (ETS).

Éste régimen obliga a las empresas que liberan gases de efecto invernadero a la atmósfera a comprar un "bono" para contaminar en el mercado de derechos de emisión, de modo que si una industria supera su cupo puede adquirir de otra instalación más eficiente los derechos que le sobren.

La Comisión Europea define en el texto una serie de sectores que corren un "riesgo significativo" de deslocalizar sus industrias en el extranjero por no poder hacer frente a los costes de la compra obligatoria de derechos de emisión.

Entre ellos se encuentran los productores de varios metales (aluminio, plomo, zinc, estaño, cobre, hierro y acero), las empresas de extracción de minerales para abonos y productos químicos y los fabricantes de estos productos, las de confección de prendas de cuero, papel y carbón y las industrias de químicos orgánicos e inorgánicos.

Esta "fuga de carbono" preocupa en Bruselas por los efectos medioambientales que produce, ya que el objetivo es incentivar a las empresas a que reduzcan sus emisiones para disminuir la contaminación, un efecto que no se logra si continúan con su actividad en otro lugar del mundo.

Pero además, la pérdida de tejido empresarial debilitaría mucho a la ya de por sí delicada economía europea frente a las potencias en desarrollo como China e India, tradicionales receptoras de empresas occidentales que se mudan buscando unos costes de producción más baratos.

La deslocalización no es la única preocupación de Bruselas respecto al mercado de emisiones europeo: precisamente ayer la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo pidió a la CE medidas para evitar que el precio de los derechos a contaminar siga cayendo, ya que hoy se encuentra en 8,40 euros, rozando mínimos históricos.

La semana pasada, cada tonelada de dióxido de carbono se llegó a pagar a 6,82 euros, frente a los 20 euros que alcanzaba en 2008, según datos de la Bolsa Europea de Derechos de Emisión de Dióxido de Carbono.

Con el borrador presentado hoy, la Comisión Europea pone en marcha una consulta pública sobre las directrices propuestas que estará abierta desde hoy hasta el 31 de enero y en la que podrán participar tanto los Estados miembros y el sector industrial, como los ciudadanos.

Se prevé que las directrices finales entren en vigor antes del próximo mes de abril.

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