La CE es escéptica de la efectividad real del plan PIVE

  • La Comisión Europea (CE) es escéptica respecto a medidas de estímulo a la demanda de automóviles como el Plan PIVE, recientemente puesto en marcha en España.

Madrid, 8 nov.- La Comisión Europea (CE) es escéptica respecto a medidas de estímulo a la demanda de automóviles como el Plan PIVE, recientemente puesto en marcha en España.

El experto en la industria del automóvil de la Dirección General de Industria de la CE, el español Íñigo Urresti, se expresó en esa línea durante el acto de presentación en la oficina de la UE en Madrid del programa CARS 2020, que marcará la línea de actuación del sector del automóvil en Europa de aquí a 2020.

Urresti puntualizó que "no estamos convencidos de medidas como esa, pues creemos que solo tienen un efecto de adelanto de compra de coches y, a largo plazo, tienen un efecto muy moderado".

El alto funcionario europeo explicó que la industria automovilística europea se encuentra en el momento actual en una coyuntura de "intensa crisis" y advirtió de que 2013 no será el año de la recuperación, por lo que habrá que esperar a 2014 ó 2015.

Como problemas capitales de esta actividad aludió a la sobrecapacidad productiva, el tratamiento de la fuerza laboral y el mantenimiento de la unidad de mercado en un marco uniforme y estable.

La iniciativa CARS 2020 responde al diálogo abierto entre siete comisarios europeos y representantes del sector y gira en torno a recomendaciones como la inversión en tecnología punta, la mejora de las condiciones de mercado, el aumento de la competitividad en los mercados globales y medidas de actualización a la adaptación a estos retos.

Urresti concretó que CARS 2020 "es un plan de acción y no una reconversión del sector; es una visión estratégica a largo plazo, cierto que muy tocada por las actuales perspectivas de Europa, pero la actuación a largo plazo es el elemento fundamental".

Dentro del ámbito tecnológico, el alto funcionario de la UE señaló una iniciativa europea sobre vehículos ecológicos, cuyas inversiones, todavía no cerradas, giran en torno a los 1.500 millones de euros.

En el plano de la actuación en mercados globales expuso que se orienta a un crecimiento importante en las economías emergentes y citó especialmente el área BRIC (Brasil, Rusia, India y China).

Aquí, el principal objetivo reside en lograr acuerdos de homologación equilibrados y reforzar la coordinación internacional, al tiempo que reiteró que Europa no va a permitir la entrada de producto de esos países que no se adapte a su normativa en materia de homologaciones.

Las medidas de anticipación a la adaptación se circunscriben a garantizar la inversión en capital humano y abordar el actual proceso de reestructuración con instrumentos, entre otros, como un consejo europeo, sobre las capacidades reales del sector automovilístico continental.

Urresti precisó que la legislación laboral seguirá como responsabilidad de los estados miembros y que el papel de la UE se limitará a asegurar la libre circulación de trabajadores.

Una herramienta que el Plan CARS 2020 considera imprescindible para llevar a buen puerto las iniciativas propuestas es la actuación coordinada de todas las partes implicadas, es decir Gobiernos, empresas y sindicatos.

El sector europeo del automóvil ocupa en la actualidad a 12 millones de trabajadores, representa el 4 % del PIB de la UE, invierte 30.000 millones de euros, magnitudes que, según Urresti, le convierten en "crítico" para la economía del continente, además de su efecto multiplicador hacia otros sectores.

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