La CE propone hoy la mayor reforma de la gobernanza económica europea

  • Bruselas.- La Comisión Europea propondrá hoy la mayor reforma de las reglas de la unión económica y monetaria desde su creación hace una década, incluido un nuevo régimen de sanciones destinado a impedir que se repitan crisis de deuda como la griega o burbujas inmobiliarias como las de Irlanda y España.

La CE propone multas millonarias a países derrochadores o poco competitivos
La CE propone multas millonarias a países derrochadores o poco competitivos

Bruselas.- La Comisión Europea propondrá hoy la mayor reforma de las reglas de la unión económica y monetaria desde su creación hace una década, incluido un nuevo régimen de sanciones destinado a impedir que se repitan crisis de deuda como la griega o burbujas inmobiliarias como las de Irlanda y España.

Pese a las resistencias que está suscitando la idea de las sanciones en algunos gobiernos, el Ejecutivo de la UE seguirá adelante con su plan de introducir multas que hagan "creíble" la exigencia de disciplina fiscal y crecimiento sano en los estados miembros.

Bruselas presentará un paquete legislativo formado por cinco reglamentos (de aplicación inmediata) y una directiva (ley-marco) en los que ha venido trabajando desde mayo, cuando la crisis de la deuda en Grecia estuvo a punto de sepultar a la zona del euro.

Esa crisis desveló serias deficiencias en las actuales reglas de gobernanza económica, tal y como se plasman en el Pacto de estabilidad y crecimiento (PEC), el marco normativo adoptado en 1997 como complemento de la política monetaria.

Según ha explicado un alto funcionario de la CE, la reforma se basa en tres principios: la prevención, la vigilancia no sólo del déficit sino también de los grandes desequilibrios macroeconómicos, y la aplicación de medidas correctoras "creíbles".

A su vez, esos tres principios se desarrollan en tres pilares.

El primero consiste en una modificación del Pacto de estabilidad encaminada a reforzar la vigilancia fiscal, para prevenir a tiempo desviaciones catastróficas del déficit como en el caso griego.

El segundo lo constituye la vigilancia de los desequilibrios macroeconómicos y de las divergencias de competitividad.

De lo que se trata con ello es de evitar la aparición de burbujas como las que han agravado la crisis en Irlanda y España.

En ambos países la situación de las finanzas públicas era saludable, pero un crecimiento con fundamentos poco sólidos -expansión insostenible del crédito y del sector inmobiliario- ha terminado disparando el déficit.

La CE propondrá un marcador europeo para vigilar estas evoluciones, así como un mecanismo de alerta.

El tercer pilar consiste en un mecanismo horizontal de aplicación "eficaz", en el que se recogen las sanciones para los miembros de la Eurozona.

Antes incluso de superar el límite de déficit del 3% del PIB, un estado puede verse sancionado, si se desvía del objetivo de equilibrio presupuestario a medio plazo.

En ese caso deberá constituir un depósito, generador de intereses, por un montante de hasta un 0,2% de su PIB.

El depósito más los intereses le serán restituidos, si toma las medidas necesarias para restablecer una trayectoria sana y sostenible de sus finanzas.

Si, por el contrario, no toma las medidas adecuadas, la UE le abrirá un procedimiento formal por déficit excesivo, y el depósito dejará de producir intereses recuperables.

Si nuevamente desoyera las recomendaciones de sus socios europeos, perdería definitivamente la cantidad depositada.

Las sanciones serán "semi automáticas", ya que el Consejo de ministros puede bloquear su aplicación, si en el plazo de unos días se opone a la propuesta de la CE por mayoría cualificada.

El mecanismo contempla también sanciones de un 0,1% del PIB para los países que, "repetidamente", desoigan las recomendaciones destinadas a corregir sus desequilibrios de competitividad.

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