Las ayudas a parados se agotan: el gasto en prestaciones cayó un 7% en 2011

  • Cada vez hay más parados en España, pero el Estado destina menos a prestaciones. ¿Una paradoja? Al contrario: los desempleados agotan las ayudas públicas sin encontrar un nuevo empleo y eso termina provocando que el gasto en este concepto se contraiga hasta en un 7% en el conjunto de 2011 respecto a 2010.
Empleo asegura que la partida para prestaciones por paro es "intocable"
Empleo asegura que la partida para prestaciones por paro es "intocable"
Álex Medina R.

La prestación por desempleo no es eterna. Eso lo saben cada vez más españoles, que van agotando, poco a poco, todas las ayudas posibles que el sistema pone a su disposición cuando se quedan sin trabajo. Es la otra cara del paro de larga duración, que se come primero la prestación, luego el subisidio, luego la Renta Activa de Inserción...

No todos los que se quedan sin empleo pueden cobrar los dos años completos de ayuda. E incluso si es así, la falta de actividad del mercado laboral provoca que transcurran los 24 meses sin recuperar la actividad. La conclusión, entre otras muchas, es que el gasto que el Estado destina a pagar cualquier tipo de ayudas cae a plomo.

En el conjunto de 2011 el recorte ha sido de un 7%, desde los 32.237 millones de 2010 a los cerca de 30.000 del pasado. Aunque la partida ya empezó a recortarse desde el verano de hace dos años, durante todos y cada uno de los meses del ejercicio pasado ha sufrido nuevos descensos.

Esto se debe porque el principal factor de gasto, la llamada prestación por desempleo (el paro de toda la vida) se ha estabilizado. Por un lado, crece el número de nuevos parados (el doble en 2011 que en 2010) que entran en el sistema, pero, en el lado contrario, cada vez hay más demandantes de larga duración que se quedan sin esta ayuda.

El resultado es prácticamente de un saldo neutro. Con lo que el ajuste se está produciendo en los subsidios, que es lo que se recibe cuando se agota la prestación en y algunos casos especiales (mayores de 52 años, por ejemplo). Sólo en el mes de diciembre el gasto en esta partida se contrajo un 8%.

Y a todo esto se suma el repunte de la Renta Activa de Inserción, cuya percepción es la última frontera de un parado. Prácticamente marginal en los años de prosperidad, el gasto en esta partida crece a pasos agigantados. El pasado mes de diciembre, por ejemplo, se elevó en un 44,5%. Eso no quita para que sea aún muy pequeño el gasto por este concepto (y por eso la suma global recoge una caída).

¿Y cómo está la situación? Siempre con datos de diciembre, la Seguridad Social pagó prestaciones por 2.584 millones de euros, lo que supone un descenso del 1,3% respecto al mismo mes de 2010.

A cierre de año, la cobertura del sistema se situó en el 69,9%, 7,5 puntos porcentuales menos que en diciembre de 2010.

Del mismo modo, el número de perceptores a finales de diciembre ascendía a 2.927.098 personas, el 2,9% menos que un año antes, y el gasto medio mensual por beneficiario (sin incluir el subsidio agrario de Andalucía y Extremadura) fue de 907,93 euros, un alza del 1,8% (15,9 euros más), pero lejos de los 941 de media que se abonaba en 2009.

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