La charla con el magnate que cambió la vida de Steve Jobs con solo 12 años

  • 'La entrevista perdida de Jobs' desvela su lado más humano y da algunas pistas sobre las razones de su éxito y también de sus fracasos, que los tuvo.
Steve Jobs, la entrevista perdida
Steve Jobs, la entrevista perdida

Cuando tenía 12 años, Steve Jobs cogió la guía telefónica y llamó al presidente y fundador de Hewlett-Packard, Bill Hewlett: “Hola, me llamo Steve Jobs. Usted no me conoce pero estoy construyendo un medidor de frecuencias. Necesito algunas piezas. ¿Me las puede proporcionar?”.

Bill Hewlett no solo estuvo 20 minutos hablando con aquel chico descarado de 12 años, sino que además le dio las piezas y le invitó a pasar aquel verano en la empresa. Aquello representó para Jobs un momento revelador en su vida, pues vio por primera vez una computadora de sobremesa (la HP 9100) y, aprendió a programar en Basic. “Aquello tuvo una enorme influencia en mí”, confesó en una ocasión.

Este año se cumple medio siglo de aquel maravilloso encuentro del joven Jobs con el señor Hewlett, un encuentro que despertó en Jobs la idea que le motivó para siempre: la informática.

Así lo confesó en una entrevista que estuvo oculta durante muchos años, y que se llamó “la entrevista perdida de Jobs”. Sucedió que en 1995, Steve Jobs fue entrevistado para un programa de televisión, pero por una serie de circunstancias, la cinta de esa grabación se perdió. Años después, el director de dicha entrevista, Paul Sen, la encontró

en su propio garaje, en una copia de VHS. Era 2012. Jobs acababa de fallecer el año anterior, de modo que el director de cine la convirtió en un documental de 70 minutos que se estrenó en varias salas de cine de EEUU en 2012.

Los críticos quedaron boquiabiertos con el documental porque reflejaba al verdadero Jobs. Resulta que cuando Jobs se dejó entrevistar, en 1995, estaba en una etapa extraña de su vida. Tras haber fundado Apple en sus años jóvenes, en 1985 fue despedido por la propia compañía, que le acusaba de no saber dirigirla.

Ese mismo año de 1985, Jobs fundó otra empresa de ordenadores llamada Next. Eran equipos potentes, más bien para profesionales, pero desgraciadamente no tuvo mucho éxito. En 1995, un antiguo empleado suyo que se había especializado en periodismo, Robert X. Cringely, le pidió que le concediera una entrevista para el programa ‘El triunfo de

los empollones” (The triunph of the nerds).

Jobs accedió. Tenía ganas de hablar de su vida y soltar todo lo que se había estado guardando. Muchos expertos creen que Jobs jamás habría concedido la entrevista si hubiera tenido lugar dos años después, cuando volvió a Apple.

Jobs reveló muchas cosas curiosas en la entrevista, como que siendo muy joven, creó un sistema de llamadas gratuitas (como lo que hace Skype o WhatsApp hoy), y se le ocurrió probarlo llamando al Papa y haciéndose pasar por el secretario de estado Henry Kissinger: estuvo a punto de hablar con el Pontífice, pero le delató la risa.

Uno de los mejores momentos de la entrevista, no tiene que ver con ordenadores, sino con algo que resulta revelador para cualquier empresario. Cada vez que Jobs tenía la oportunidad, le preguntaba a la gente con la que trabajaba: ¿Por qué haces lo que haces?

La mayor parte de la gente le respondía: “Bueno, es como siempre lo he hecho”. Y eso le daba mucho que pensar a Jobs.“Nadie sabe por qué hace lo que hace. Nadie se pone a pensar a fondo sobre su negocio”. Para Jobs, eso quería decir que en la mayoría de las empresas se hacían las cosas por costumbre, de modo que no se innovaba o no se controlaban los procesos.

A todo ello, Jobs lo llamaba ‘el folklore’: las costumbres

heredadas.

Curiosamente, una de las charlas actuales más populares de internet es la de Simon Sinek sobre ‘el por qué’. Sinek dice que la clave de Apple es que, mientras la mayoría de las empresas sabían ‘qué’ fabricaban, Apple sabía ‘por qué’ lo fabricaba. ¿Tomó su idea de esta entrevista perdida de Jobs?

Otra de las revelaciones de la entrevista perdida es que Jobs recomienda a todo el mundo saber algo de programación, y hasta lo compara con ir a clases de derecho. “Te enseña a pensar”. Por eso, Jobs recomendaba que la programación formase parte de los programas dentro de lo que en EEUU se llaman Liberal Arts, o Humanidades. Porque la programación ayuda a la mente a procesar mejor las cosas.

Pero hay más joyas en esa entrevista. En un momento, el entrevistador pregunta a Jobs si prefiere que le llamen empollón (nerd) o hippy. Jobs lo piensa unos segundos y confiesa que prefiere lo segundo porque los hippies se inclinaron una forma de pensar “diferente”. Y además, porque los hippies se dieron cuenta de que la vida “no era lo que ellos habían visto hacer a sus padres”. Ellos tenían otra misión. Una misión casi divina.

NOTA: La entrevista se puede ver en YouTube poniendo “entrevista perdida Steve Jobs en español” (dura 106 minutos) o en Netflix.

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