Valencia, 28 nov.- La compra de Banco de Valencia por parte de Caixabank aporta tranquilidad a los empleados después de unos meses de incertidumbre, según Comisiones Obreras.
El responsable de la sección sindical de CCOO en Banco de Valencia, José Patricio García Villalbos, ha destacado hoy que el anuncio supone "salir de una incertidumbre" y abrir el proceso de integración para equiparar la situación laboral de los empleados de ambas entidades.
Se da la circunstancia de que se trata de un banco y una caja, acogidos a dos convenios distintos -uno al de banca y la otra al de cajas de ahorros- con diferencias en categorías y otros aspectos.
García Villalbos ha explicado que, según la experiencia en otras fusiones, la representación sindical expone las condiciones salariales y extrasalariales que considera adecuadas y se busca un punto de convergencia con la dirección de la entidad para homologar las condiciones.
CCOO es el sindicato mayoritario en Banco de Valencia y Caixabank, lo que facilitará las propuestas unitarias ante la dirección.
El proceso de equiparación en las condiciones laborales puede prolongarse entre tres y cinco años, según el representante sindical.
La plantilla de Banco de Valencia está actualmente compuesta por 2.000 trabajadores pero se reducirá a 1.640 el 31 de diciembre de 2012, fecha de aplicación del expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a 360 empleados.
Este ajuste laboral, el primero marcado por el FROB en un banco nacionalizado, se desarrolló en el marco del proceso de adaptación del banco para su venta.
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