Los efectos de la pandemia

Los estadounidenses cada vez se jubilan antes: el 50% de mayores de 55 se retira

La llegada de la Covid ha provocado un cambio de tendencia entre la población del país norteamericano, acelerando los retiros y, en consecuencia, los efectos que puede atraer para una economía envejecida. 

Los nuevos jubilados de la pandemia
Los nuevos jubilados de la pandemia
EFE

Mientras en España la falta de claridez en la retórica del ministro de Hacienda, Jose Luis Escrivá, provocó un gran revuelo sobre a qué edad debe jubilarse la población española -y si se debe retrasar-, al otro lado del atlántico, en Estados Unidos, los mayores de 55 años han metido un 'sprint' en lo que a retiros se refiere. A pesar de que desde los años 80 los ciudadanos estadounidenses han ido aumentando progresivamente su edad de jubilación, esta tendencia la ha frenado en seco la pandemia. La proporción de personas de 55 años o más que están retiradas ha aumentado en dos puntos porcentuales en comparación con la época preCovid, hasta el 50%. Además, casi la mitad de los estadounidenses (49,9%) esperan jubilarse antes de los 62 años, según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.

"Para entender este fenómeno hay que tener en cuenta cómo es el sistema de pensiones en Estados Unidos", explica a La Información Emilio González, profesor de Economía en la Universidad de Comillas Icade. Pocas semejanzas tiene con el español, ya que es un sistema de capitalización en el que la gente ahorra de forma independiente para su jubilación, aunque también existe la opción de cotizar en un sistema público, que aporta una pensión mínima de entre 1.000 y 1.200 dólares al mes. "Sin embargo, una gran mayoría pagan sus pensiones por medio de su ahorro privado", aclara González, y añade: "Para ello invierten fundamentalmente en el mercado de valores, como pueden ser las acciones de empresas tecnológicas. Así, las subidas históricas de muchos valores bursátiles han incrementado la riqueza de los ciudadanos, lo que les permite jubilarse antes".

El experto señala que en Estados Unidos las familias tienen estipulado que para un adecuado retiro deben tener ahorrado entorno a 1,5 millones de dólares, circunstancia que, como salta a la vista, una gran cantidad de ciudadanos no pueden permitirse. Sin embargo, los que sí lo han logrado -y han decidido jubilarse- se han aprovechado del contexto económico traído por la Covid: "Ha habido muchos ciudadanos a los que la pandemia -y la crisis económica que ha traído- les ha venido muy bien, porque tenían acciones en valores que han crecido mucho a consecuencia de la recuperación y los estímulos inyectados", comenta González.

En la otra cara de la moneda se encuentran los estadounidenses que no tienen una gran capacidad de ahorro, quieren jubilarse a una edad temprana y utilizan el sistema público de pensiones. El presidente Biden está incentivando retrasar la edad de jubilación, primando que reciban una mayor pensión aquellos que se jubilan a partir de los 60 años. Además, no todos los que se retiran lo hacen por voluntad propia, y es que, al igual que sucede en España, encontrar trabajo con más de 55 años es en muchas partes del país una misión (casi) imposible.

"En muchas ocasiones [la jubilación] viene forzada como consecuencia del avance de la penetración de la tecnología (robots en las fábricas y algoritmos en el sector servicios) en la economía estadounidense, que cada vez es más accesible para las empresas", apunta el profesor. Y es que hace algunos años, la introducción de la tecnología "afectaba principalmente a los llamados trabajadores de cuello azul (fábricas), pero ahora ya está golpeando también de forma notable a los trabajadores de cuello blanco (administradores, secretarias, etc)". Ante esta situación, muchos prefieren comenzar su jubilación antes que "enfrentarse al calvario que puede suponer la búsqueda de trabajo con 55 años en sectores que están a la baja". 

Su impacto en la economía y el caso de España

Los retiros prematuros tan generalizados no pasan desapercibidos para una de las principales potencias del mundo. Tiene consecuencias y efectos negativos en el medio y largo plazo: "El problema que genera en la economía es que se produce un desahorro y una caída de la producción, que necesita contrarrestarse con otras medidas para que no se reduzca de forma notable la renta per cápita", explica González. Además, puntualiza que los estudios sobre el envejecimiento de la población en EE UU, indican que "se va a reducir en un 6% el tamaño del PIB a medio plazo, y con ello la renta per cápita. Además, se puede producir una desaceleración económica y una reducción del nivel adquisitivo medio de los estadounidenses".

En adición, sobre la cuestión de si un fenómeno como este puede producirse en España, que también atraviesa un envejecimiento población destacado, todo parece indicar que en la dirección opuesta. El sistema de pensiones español es "totalmente distinto" al estadounidense, según el economista. Además, "en España el ahorro para las jubilaciones se sitúa entorno al 10% del PIB, mientras que en EEUU está en un 90%", principalmente porque al no haber un gran sistema de pensiones público, las familias ahorran para su retiro desde muy jóvenes.

Las personas sin título universitario y los jóvenes

Aunque las jubilaciones han aumentado en términos generales, la tendencia es dispar según los niveles de educación. Entre 2019 y 2021, la proporción de personas de 55 a 64 años que están jubiladas aumentó ligeramente para las que tenían un título universitario, pero de manera mucho más significativa para las que no lo tenían. Para explicar este fenómeno, González es claro: "La inteligencia artificial por el momento no es capaz de sustituir a una abogada, un arquitecto o una ingeniera. Las personas con título universitario cuentan con una mayor capacidad de poder seguir trabajando que aquellas que no lo tienen, porque son menos sustituibles".

Por otro lado, los jóvenes podrían ser los grandes beneficiados de las prematuras jubilaciones, ya que su incorporación al mercado laboral debería ser más sencilla. Sin embargo, no lo tienen todo tan de cara como podría aparentar. "Se van a poder beneficiar de este fenómeno pero no de forma generalizada, ya que dependerá de cada sector. Será clave si se ha producido una jubilación porque ese trabajo ahora lo hace una máquina o por motivos de edad", explica el economista. Además, los estudios estiman que de aquí a 2024 "van a desaparecer 70 millones de empleos como consecuencia de la automatización, pero se van a crear otros 125 millones que requieren otras competencias como la ciencia de datos".

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