La crisis nuclear hunde a TEPCO en unas pérdidas de 5.200 millones de euros

  • Tokyo Electric Power (TEPCO), propietaria de la central de Fukushima, perdió casi 5.200 millones de euros entre abril y junio por la crisis nuclear, que solo en indemnizaciones a las víctimas le ha pasado una factura de al menos 3.600 millones de euros.

Tokio, 9 ago.- Tokyo Electric Power (TEPCO), propietaria de la central de Fukushima, perdió casi 5.200 millones de euros entre abril y junio por la crisis nuclear, que solo en indemnizaciones a las víctimas le ha pasado una factura de al menos 3.600 millones de euros.

La compañía presentó hoy sus resultados en los tres meses inmediatamente posteriores al devastador tsunami de marzo, que desató en Fukushima el peor accidente nuclear de los últimos 25 años y puso contra las cuerdas a TEPCO, la mayor eléctrica del país y la única que provee de energía a Tokio.

En línea con lo esperado, el trimestre, primero del año fiscal nipón, lo cerró con una pérdida neta de 571.700 millones de yenes (5.187 millones de euros), cien veces mayor de la registrada el año anterior.

Las pérdidas relacionadas con el pago de compensaciones a los evacuados y afectados por la radiactividad ascendieron a 397.700 millones de yenes (3.612 millones de euros), a lo que se sumaron 105.500 millones de yenes (958 millones de euros) para restaurar las instalaciones afectadas por el terremoto y tsunami.

La venta de electricidad entre abril y junio se contrajo un 12,1 por ciento interanual hasta 60.200 millones de kilovatios, ante los esfuerzos de los japoneses para reducir el consumo y hacer frente a la escasez energética causada por el desastre de marzo.

Más del 70 por ciento de los 54 reactores atómicos de la tercera economía mundial están paralizados a raíz de la crisis nuclear, lo que ha llevado al Gobierno a pedir a ciudadanos y empresas de varias regiones que ahorren hasta un 15 por ciento de electricidad este verano para asegurar el suministro.

Con vista a compensar parcialmente esta escasez, TEPCO aumentó la producción de sus centrales térmicas y ello, junto al aumento del precio del combustible, se tradujo en un aumento de los gastos ordinarios del 1,7 por ciento entre abril y junio.

Ese trimestre la eléctrica sufrió una pérdida operativa de 52.000 millones de yenes (472,9 millones de euros), frente al beneficio operativo de 62.800 millones de yenes (571 millones de euros) logrado el año anterior.

El presidente del grupo, Toshio Nishizawa, nombrado a finales de junio tras la dimisión de su predecesor por la catástrofe nuclear, advirtió hoy de que la incertidumbre que todavía existe impide hacer pronósticos sobre la factura final que la crisis pasará a la eléctrica.

Aunque los analistas no descartan que finalmente el Gobierno tenga que intervenir para rescatarla, Nishizawa aseguró que la compañía tratará de cubrir los costes con sus propios medios, a través de un plan de venta masiva de activos y reducción de gastos.

La semana pasada el Parlamento aprobó una ley para crear un fondo financiado con dinero público y aportaciones del resto de eléctricas japonesas que operan plantas nucleares, que respalde a TEPCO a la hora de liquidar las compensaciones, con préstamos que la eléctrica deberá devolver en un futuro.

Las indemnizaciones irán en gran parte a las cerca de 80.000 familias que los días posteriores a la catástrofe tuvieron que ser evacuadas en un radio de hasta 30 kilómetros de la planta nuclear, en la que la lucha por controlar la radiactividad sigue todavía abierta.

Hoy, fuentes gubernamentales citadas por la agencia local Kyodo señalaron que este mismo mes se podría levantar la orden de evacuación en algunas zonas situadas más allá del radio de 20 kilómetros de la central.

Además, según las mismas fuentes el Gobierno podría permitir que los residentes que vivían a menos de 3 kilómetros de la planta regresen a sus viviendas de modo temporal para recoger sus pertenencias, algo que ya se permitió a los vecinos de zonas más alejadas.

A los desplazados se suman los daños millonarios causados por el desastre nuclear en la agricultura, ganadería y pesca de la zona, en medio de la creciente preocupación por la contaminación alimentaria.

En las últimas semanas el Gobierno ha prohibido la venta de carne vacuna de Fukushima y otras tres provincias tras detectar en ella cesio radiactivo.

Hoy, el grupo ecologista Greenpeace advirtió de que también se han detectado elevados niveles de cesio radiactivo en peces capturados a finales de julio en aguas a unos 55 kilómetros de la central, y pidió al Gobierno que estreche los controles sobre los productos marinos.

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