La desaceleración económica llegó para quedarse en Chile

Santiago de Chile, 28 nov.- La desaceleración económica llegó para quedarse en Chile, asegura el Banco Santander en un estudio difundido hoy jueves, a la espera de la recuperación económica en Estados Unidos y Europa.

Según el Informe de Economía Chilena 2013, la desaceleración también estaría ligada con la demanda interna que exhibirá tasas de expansión menores a los años previos.

"El carro de la economía será impulsado por la demanda interna, al menos por un tiempo, hasta que las exportaciones de sus productos principales vuelvan a liderar el crecimiento", apunta el estudio.

En este sentido, el Banco Santander advierte que los países de la región, así como el resto de los emergentes, deberán lidiar con costos de financiación mayores.

De hecho, los sectores que han aumentado su crecimiento son aquellos esencialmente ligados al ámbito externo, y como tal, estarían reflejando la mejora en la situación del mundo desarrollado.

"A partir de la segunda parte del año, se ha materializado un cambio en la composición del crecimiento. En efecto, para el próximo año, esperamos que los sectores transables, en particular minería, sean los que conduzcan la expansión del producto", pronosticó el análisis del Banco Santander.

Además, la entidad sostuvo que "en materia de precios, el próximo año tendremos un peso chileno más depreciado, las tasas de interés de corto plazo serán menores y las de largo plazo aumentarán como resultados de los fenómenos monetarios de las economías desarrolladas".

La entidad bancaria también proyectó el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), el que situó en 4,4 % para este año y en 3,9 % para el 2014, a pesar de la moderación económica que se espera que continúe en este periodo.

Especialmente susceptible a las economías internacionales, Chile estaría actualmente en una situación de alerta frente a cambios en las economías internacionales.

En este sentido, el año 2014 augura ser un buen año para las economías internacionales, en donde se espera, por ejemplo, que Europa deje en el pasado la incertidumbre por la crisis de la deuda soberana de los países periféricos integrantes del euro y comience a consolidar su recuperación económica.

Por su parte, la economía chilena confía que Estados Unidos logre los consensos políticos necesarios para recuperar su economía y alcanzar su potencial de crecimiento, cercano al 3 %.

A esto se suma que Japón haya impulsado el plan Abenomics, para reformar su economía y así dejar en el pasado dos décadas perdidas en materia de crecimiento y deflación.