Copenhague, 27 jun.- La economía islandesa se recupera a un ritmo "moderado" y está más equilibrada que antes de la crisis económica que colocó al país al borde del colapso en octubre de 2008, según un informe difundido hoy por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El análisis, presentado en Reikiavik, considera que el crecimiento económico debería experimentar un impulso en 2014 debido a un aumento de las inversiones de alto consumo energético, aunque advierte de la necesidad de desapalancamiento del sector privado y de reducir los préstamos no rentables y la deuda externa.
"Para aumentar el crecimiento económico de forma duradera y manejar mejor los riesgos es necesario remover los controles de capitales de forma ordenada, reforzar los acuerdos de estabilidad monetaria y financiera y reducir el ratio de deuda pública con respecto al PIB a niveles más prudentes", según el estudio.
La OCDE considera que los controles de capitales establecidos por las autoridades islandesas tras el estallido de la crisis han hecho posible recuperar la estabilidad en el cambio monetario y controlar las tasas de interés real, pero que "distribuyen de forma errónea los capitales e impiden la actividad empresarial".
La política monetaria carece de "credibilidad" y las expectaciones inflacionarias no están bien "ancladas", sostiene la OCDE, que propone medidas adicionales para mejorar la consolidación fiscal necesaria inicialmente para reducir la deuda pública "y aumentar la confianza de los inversores en los activos islandeses".
Para que el PIB mantenga un crecimiento del 2% en 2015, este organismo defiende iniciativas "más centradas en el gasto corriente para incrementar la probabilidad de que la consolidación sea sostenida" y da la bienvenida a la reducción del gasto aumentando la "eficiencia" del Gobierno, sobre todo en educación y sanidad.
El centroderecha, que con sus políticas neoliberales precipitó el colapso económico islandés, recuperó el poder en las elecciones de hace dos meses desbancando con un claro triunfo a la coalición de izquierda que había asumido el gobierno en 2009.
La clave del triunfo del centroderecha fue el descontento de los islandeses con el anterior gobierno, que pese a estabilizar las finanzas pagó los efectos sociales del duro programa de ajuste impuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para rescatar a Islandia.
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