En los últimos tres años

La economía sumergida atrapa a los jóvenes: uno de cada cuatro cobra en 'B'

Un informe señala que la población entre 16 y 24 años es la que más predisposición tiene a cobrar en 'negro' y un 25% de ellos ya lo ha hecho desde 2019.  

Un camarero
La economía sumergida y los jóvenes: uno de cada cuatro ha cobrado en 'B'
Europa Press

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la economía sumergida representa en España entre un 15% y un 25% del PIB, es decir, entre 168.000 millones y 283.000 millones de euros saltan de bolsillo en bolsillo por el país de forma ilegal cada año, sin que Hacienda perciba su parte correspondiente, según los datos de 2020. La precariedad laboral, la segunda mayor tasa de paro juvenil de la zona euro (38%), la percepción de unos impuestos demasiado altos o la actitud de determinadas empresas son algunos de los aspectos que pueden contribuir al alto porcentaje de la mencionada economía sumergida.

Así, un informe sobre los salarios en 'B' elaborado por InfoJobs indica que uno de cada cuatro jóvenes menores de 24 años (25%) han recibido una parte o todo su sueldo en 'negro' desde 2019. Esto implica que se pierdan el derecho a paro, reciban menores prestaciones de la Seguridad Social e, incluso, se vea afectada su jubilación. Además, según el propio estudio, existen dos aspectos clave que condicionan este tipo de actividad: las empresas que no dan otra alternativa y los salarios bajos que obligan a los empleados a buscar alternativas en la economía sumergida.

De esta forma, la economía sumergida es parte de la denominada 'marca España' que todos los gobiernos tratan de reducir o incluso erradicar. Sin embargo, los datos muestran que uno de cada cinco españoles (20%) estaría dispuesto a recibir su sueldo sin contrato y sin pagar impuestos, manteniéndose la tendencia respecto a los resultados obtenidos el año anterior. A este dato se le debe añadir que la mitad de la población activa española que declara recibir ingresos en 'B' indica que lo hace porque la empresa no le da otra opción, provocando una combinación muy peligrosa para el bienestar social: personas y empresas con una notable predisposición a no declarar impuestos por la actividad económica que realizan. 

Además, los encuestados más jóvenes, de entre 16 y 24 años, son los que presentan mayor voluntad a la hora de cobrar en 'negro', con un 40%. Esta cifra presenta un gran contraste con la población de edad más avanzada, ya que sólo un 14% de los mayores de entre 45 y 65 años aceptaría esta práctica y sólo un 8% de ellos afirma haber recibido este tipo de ingresos en los últimos tres años. Así, fue precisamente entre los jóvenes donde más ha crecido el paro durante la pandemia. Según el último informe sobre empleo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE),  durante los primeros cuatro meses de la crisis, el paro subió entre la población de 16 a 24 años en más de diez puntos, pasando del 31,5% en el que se encontraba en el comienzo de la pandemia, hasta escalar a un máximo del 42%, una subida que supone el triple que el experimentado por los mayores de 25 años.

Grafico sobre los motivos por los que se cobra en 'B'
Grafico sobre los motivos por los que se cobra en 'B'
Infojobs

Cuanto mayor formación educativa, menor predisposición 

Uno de los aspectos llamativos que se desprenden de este estudio es el relacionado al nivel educativo de la población. El 33% de los que cuentan con una formación no reglada -aquella no contemplada por el Ministerio de Educación, pero sí por el Ministerio de Empleo, como cursos de informática- están dispuestos a percibir un salario en B, mientras que los que sólo han cursado estudios básicos representan un 28%. Para el caso de profesionales con estudios universitarios o superiores, este porcentaje desciende hasta un 19%.

De esta forma, observando la recepción del salario en 'negro', el 16% de los encuestados con estudios no reglados afirma haber cobrado de esta manera una parte de sus ingresos en los últimos tres años. Un porcentaje que cae hasta la mitad en los trabajadores con formación superior o universitaria, evidenciando el gran contraste que existe entre estos segmentos de la población. 

Además, dentro de la población ocupada, es especialmente llamativo el porcentaje de encuestados que ocupan cargos directivos y que apuntan estar abiertos a recibir una parte de su salario en B, que es del 27%. En adición, hasta un 14% de los encuestados en posiciones de liderazgo confirma haber cobrado este tipo de ingresos en los últimos 3 años. Como principal motivo para justificar este comportamiento, un 30% de ellos indica que necesitan completar su salario. 

Por último, también existen diferencias entre géneros. De la población que recibió salario en 'B' en los últimos tres años, un 15% de mujeres percibió más de la mitad de su salario sin declarar, frente a un 7% de los hombres. Así, Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs, declara: “La apuesta a largo plazo por el empleo de calidad, la educación y formación, y el desarrollo de políticas públicas que beneficien a los colectivos más perjudicados por la pandemia (desempleados, jóvenes, autónomos, pymes, etc.) permitirá abandonar la precariedad laboral y consolidar la recuperación económica”.

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