La eficiencia energética en la producción mejora por quinto año consecutivo

Madrid.- La intensidad energética -la relación entre el consumo de energía y la producción de bienes-, que mide la eficiencia de los procesos productivos, se redujo un 3,6 por ciento en 2009, con lo que acumula cinco años de descensos consecutivos, anunció hoy el secretario de Estado de Energía, Pedro Marín.

Durante la presentación en el Ministerio de Industria del Balance Energético 2009, Marín señaló que la producción de energías renovables alcanzó el año pasado el 12,3 por ciento de la energía final consumida, porcentaje que sitúa a España por encima de la senda necesaria para lograr en 2020 el objetivo de llegar hasta el 20 por ciento.

Según el secretario de Estado, el balance presentado hoy confirma "la apuesta del Gobierno por las energías renovables, el ahorro y la eficiencia energética".

Desde 2005, la intensidad energética de la economía española se ha reducido un 13 por ciento, lo que, según Marín, "demuestra que no se trata de un hecho aislado, sino el resultados de los esfuerzos realizados en materia de ahorro energético".

El objetivo del Ejecutivo es lograr una reducción sostenida de la intensidad energética del 2 por ciento anual durante la próxima década, lo que permitirá a España converger con los países de la Unión Europea (UE) en 2020.

Marín explicó que, para lograrlo, será necesario desarrollar tecnologías que mejoren la eficiencia en el consumo de energía, como el vehículo eléctrico.

Un vehículo convencional tiene un rendimiento del 20 por ciento, mientras que uno alimentado con electricidad se acerca al 30 por ciento.

El peso de las energías renovables creció tanto en la generación eléctrica (un 17 por ciento) como en otros ámbitos (un 7 por ciento).

La producción eléctrica de origen renovable representó en 2009 el 25 por ciento del mix de generación, porcentaje superado únicamente por el gas natural.

En el conjunto del consumo energético, las renovables representaron el 12,3 por ciento de la energía final.

Esta evolución ha permitido elevar la tasa de autoabastecimiento energético hasta el 22,8 por ciento, frente al 21,6 por ciento de 2008. Esta tasa ha aumentado en dos puntos desde 2005.