La fusión de PT y Oi da a luz a un nuevo "gigante" de las telecomunicaciones

  • Portugal Telecom (PT) y la brasileña Oi anunciaron hoy que se fusionarán para convertirse en uno de los veinte "gigantes" mundiales del sector de las telecomunicaciones y dar un salto cualitativo en el mercado global.

Oscar Tomasi

Lisboa, 2 oct.- Portugal Telecom (PT) y la brasileña Oi anunciaron hoy que se fusionarán para convertirse en uno de los veinte "gigantes" mundiales del sector de las telecomunicaciones y dar un salto cualitativo en el mercado global.

La experiencia y el conocimiento tecnológico ("know-how") de la firma portuguesa y el potencial de crecimiento de su socia brasileña serán las claves de este nuevo grupo, del cual no se conoce todavía qué nombre comercial adoptará pero que cuenta ya con más de cien millones de clientes repartidos en cuatro de los cinco continentes.

Con esta operación, pendiente de la aprobación de los accionistas y que se prevé esté concluida durante el primer semestre de 2014, PT deja atrás su pasado como monopolio estatal y pasa a formar parte de un grupo volcado en la actividad exterior, lejos de las fronteras lusas, con Portugal todavía penalizado por la crisis.

Oi, por su parte, necesita de la experiencia y el conocimiento de su hasta ahora socio para mejorar el servicio en Brasil debido a que afronta problemas de productividad y presenta, además, costes altos y un elevado nivel de deuda.

Cerca de 30.000 empleados, un volumen de facturación superior a los 12.000 millones de euros anuales y un resultado bruto de explotación (Ebitda) que en 2012 sumó 4.200 millones de euros son algunas de las cifras de esta operación, que alumbra al mayor grupo luso-brasileño de todo el mundo.

La relación de PT con Brasil comenzó pronto, en 1998, cuando todavía apenas se vislumbraba todo el potencial económico del país.

Cinco años más tarde, en 2003, creó junto a la española Telefónica Móviles la marca Vivo, que se convirtió en el principal operador móvil brasileño.

La venta de su participación en Vivo a Telefónica -tras una larga pugna- reportó 7.500 millones de euros a las arcas de PT, que decidió inmediatamente dirigir algo menos de la mitad (3.600 millones) a la compra del 23 % de Oi.

Esta operación se completó en 2010 con el propósito de mantener su presencia en el país, una alianza que ahora deriva en esta fusión.

Ese proceso, que se vio envuelto en una gran polémica en Portugal, fue liderado por el ingeniero luso de origen mozambiqueño Zeinal Bava, el mismo que ocupará la presidencia ejecutiva del nuevo grupo resultante de la fusión.

Premiado con varias distinciones por su labor como ejecutivo, su carrera refleja un ascenso continuo y desde hace apenas unos meses era el máximo responsable de Oi.

"Nuestra ambición es mayor que nuestro punto de partida, queremos situarnos entre las empresas de telecomunicaciones líderes a nivel global, con una vocación internacional desde el primer momento y confirmándonos como una referencia en términos de innovación", explicó hoy Bava.

Esta unión -sobre la que se especuló largamente durante los últimos meses- ha generado ya cierto debate en Portugal sobre cuáles serán las consecuencias para PT, debido a su inferior tamaño respecto al "gigante" Oi.

Analistas lusos recordaron hoy que en un contexto como el actual, en el que varios grandes grupos de telecomunicaciones han abordado recientemente operaciones de consolidación, PT corría el riesgo de ser absorbida por otros, mientras que de esta forma controla al menos su destino estratégico.

En el accionariado del nuevo grupo resultante de la fusión, que tendrá su sede en Brasil, un 38 % de los títulos estará en manos de los actuales propietarios de PT, entre ellos el Banco Espírito Santo, una de las principales entidades financieras lusas.

Las sinergias entre PT y Oi podrán generar "eficiencias a nivel operativo y financiero" por valor de 1.800 millones de euros, según explicaron ambas compañías.

Antes de fusionarse, la "teleco" brasileña acometerá una ampliación de capital de entre 2.300 millones y 2.700 millones de euros, según informó Zeinal Bava, quien aseguró también que será necesario actuar con "prudencia a nivel financiero" hasta "generar un flujo de caja extrasuficiente", aunque se comprometió a repartir en los próximos tres años un dividendo de 166 millones de euros.

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