La globalización de empresas españolas de la construcción se extiende a pymes

México, 29 nov.- Las firmas españolas de la construcción se están globalizando más, en una tendencia que se intensifica con el tiempo y que ahora se extiende a pequeñas y medianas empresas, dijo hoy a Efe el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda de España, Rafael Catalá.

"De las diez principales empresas gestoras de concesiones de obra pública en el mundo seis son españolas. Es extraordinario el dato", afirmó Catalá en la capital mexicana, donde asiste a un foro que analiza los vínculos entre la Unión Europea (UE) y México.

Agregó que sólo en 2012 esas firmas ejecutaron proyectos en todo el mundo por importe de 32.000 millones de euros.

"Cerraremos 2013 seguramente por encima de esas magnitudes. Estamos hablando de cifras importantísimas", afirmó el secretario de Estado español.

Esos contratos se han desarrollado no sólo en Latinoamérica, donde España ya tenido una tradicional presencia, sino en zonas como en Estados Unidos, Canadá, en Asia o en el norte de África.

Ese proceso de salida al exterior ha estado empujado por el "impacto muy duro" que sufrió el sector en España en los últimos años y la necesidad de buscar nuevos mercados para "convertirse en operadores globalizados".

Algunas empresas del sector llegan a tener el 80 % de su actividad fuera de España en una tendencia que se extiende a firmas pequeñas y medianas "arrastradas por las grandes, o a veces por sí mismas".

La internacionalización del sector, agregó, ha permitido a estas compañías equilibrar sus resultados, convirtiéndose en un entramado empresarial "con una capacidad extraordinaria que las está permitiendo competir con cualquiera en todas las partes del mundo".

"Está pasando ya no solamente con las grandes empresas, las del IBEX, sino que muchas empresas medianas e incluso alguna pequeña que va asociada con algunas otras", insistió.

Catalá dijo que las áreas que mayor interés tienen para el sector son los países con más necesidad de infraestructuras y transportes y aquellas naciones que tienen capacidad económica para atraer inversiones.

Puso como ejemplo países de Europa del Este, de Latinoamérica, de Asia o del norte de África, así como naciones del Golfo Pérsico como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos.

El alto cargo dijo que esa expansión se está desarrollando en países "donde hay un ámbito de seguridad jurídica contrastada".

"Eso lo saben todos los Gobiernos, y los que necesitan inversores o ejecutores de obra internacional saben que tienen que crear esas condiciones", añadió Catalá, que señaló que actualmente no cree que haya una zona "en la que no hay que ir porque no hay seguridad jurídica".

En el caso concreto de México, destacó el plan "muy ambicioso" de infraestructura anunciado por el Gobierno, en medio de una "economía muy pujante" para sostener estos proyectos, con oportunidades en campos como puertos, aeropuertos, carreteras y ferrocarriles.

El secretario de Estado, por otra parte, señaló que en España se mantiene el ritmo de licitaciones de obras públicas, con montos de unos 9.000 millones de euros anuales desde 2012, mientras que en la vivienda no se prevé que pueda haber variaciones a corto plazo.

"En España hay más de 600.000 viviendas sin vender, por lo tanto no parece razonable seguir construyendo vivienda nueva", añadió.

Sin embargo, indicó que las nuevas actuaciones en cuanto a vivienda se están orientando a la rehabilitación y a dotarlas de mayor eficiencia energética, lo que también permite generar empleo.

"De los 26 millones de viviendas que hay en España, más de 6 millones se construyeron sin ninguna normativa de eficiencia energética, en los años 60 y 70, por lo tanto ahí hay un margen muy importante de actuación", agregó.

Catalá participó en el IV Foro México-Unión Europea, abierto el jueves en la capital mexicana y que se cierra hoy, en un debate sobre el papel de las infraestructuras y las tecnologías de la información y la comunicación.

En su exposición, el secretario expuso el marco político y financiero que funciona en la UE para garantizar un "desarrollo equilibrado y sostenible" del sector, así como el "proceso de transformación extraordinario" experimentado en España.

Destacó que España cuenta con la primera red europea de autovías y autopistas, con 14.000 kilómetros, y la primera red ferroviaria de alta velocidad, con cerca de 3.000 kilómetros.