La gran industria se cansa del Brexit: "La empresa y el país están hartos del caos"

  • La patronal británica exige a los partidos que busquen un acuerdo "práctico" y se frene la sangría económica que genera la incertidumbre. 
Theresa May
Theresa May
EFE

El punto de no retorno está cerca o quizá ya se ha sobrepasado en el Reino Unido. La patronal británica de empresarios ha mostrado este jueves su hartazgo por las idas y venidas en torno al Brexit y ha lanzado un mensaje de auxilio a los partidos políticos para "trabajar juntos" y logren alcanzar un consenso "práctico", que permita evitar una salida de la Unión Europea (UE) sin acuerdo.

La directora general de la Confederación de la Industria Británica (CBI, en inglés), Carolyn Fairbairn, lamentó "la caótica distracción" que supuso la moción de confianza presentada contra la primera ministra, Theresa May, por sus colegas del Partido Conservador. May superó en la noche del jueves por 200 votos a favor y 117 en contra ese voto sobre su liderazgo, lo que significa que no puede ser desafiada por sus colegas en un año, pero la deja en una posición debilitada con vistas a lograr que se apruebe su acuerdo final de Brexit.

La "desviación" que supuso la votación "debe servir para algo", dijo Fairbairn, que aconsejó a los políticos "acabar con las luchas de los últimos treinta meses" a fin de unirse para lograr un pacto para la salida de la UE. "Las empresas y el país están hartos de este caos", afirmó, informa Efe. Fairbairn subrayó que "la incertidumbre" amenaza a los negocios y y el empleo e instó a la clase política a "ofrecer la certeza de que no habrá un Brexit sin acuerdo".

La señal de alarma de empresarial coincide justo en el momento en que la primera ministra británica, Theresa May, retoma su agenda viajera para intentar convencer al otro lado del Canal de la Mancha de sus planes. May acude en la tarde del jueves a Bruselas a la Cumbre del Consejo Europeo, donde expondrá a los jefes de Estado y Gobierno comunitarios sus demandas de cara a mejorar el acuerdo para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). Después de cenar, los líderes, ya sin el Reino Unido, analizarán qué pueden ofrecer a May para facilitar la ratificación del tratado en el Parlamento de Londres.

Tras reconocer el voto negativo de un tercio de su grupo parlamentario, la mandataria reiteró su compromiso de pedir a los líderes europeos "garantías adicionales" sobre el mecanismo de seguridad diseñado para evitar una frontera física en Irlanda del Norte, el punto más conflictivo del tratado. Sin embargo, la UE ya ha advertido de que el texto aprobado el pasado 25 de noviembre por los Veintisiete "no es renegociable", y lo único disponible son "aclaraciones" de su contenido.

Los críticos del plan de May, entre ellos el Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte -socios parlamentarios de los conservadores-, avisan de que quieren cambios sustanciales y no meros "retoques". Así las cosas, aunque ha logrado prorrogar de momento su mandato, la líder afronta aún serios obstáculos para que su acuerdo final de Brexit sea aprobado en la Cámara de los Comunes, cuando lo presente antes del 21 de enero.

Si el plan es rechazado, el Partido Laborista de Jeremy Corbyn ya ha indicado que planea presentar una moción de censura contra May, con vistas a forzar una elecciones generales. Corbyn confía en que, si el pacto es derrotado, esa moción de la oposición podría ser aprobada con el apoyo del DUP y algunos conservadores.

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