La batalla de los casinos se juega a pie de calle y en los barrios con menos renta

  • Las antiguas sucursales bancarias las ocupan ahora casinos. En Ciudad Lineal, "local que se queda vacío, local que adquieren las casas de apuestas".
Casa de apuestas
Casa de apuestas
Efe

Hace apenas unos días, una manifestación organizada por asociaciones vecinales y a la que acudieron centenares de personas recorría las calles del populoso barrio madrileño de Tetuán. Con el lema, ‘Tetuán no es un casino’, los vecinos protestaban contra la proliferación de salones de juego, que en los últimos años han crecido de manera exponencial en la Comunidad de Madrid, un 300%, sobre todo en los barrios más pobres y azotados por el paro. De hecho, en el citado barrio de Tetuán, habitado en su mayoría por gente trabajadora y con una gran población inmigrante, sobre todos dominicanos, filipinos y paraguayos, solo en su arteria principal, la calle de Bravo Murillo, se pueden contar una veintena de estos locales en el tramo que va desde la glorieta de Cuatro Caminos a Plaza de Castilla. Pero lo mismo se puede decir de otras zonas de la capital como Usera, Puente de Vallecas o Ciudad Lineal-San Blas.

En la Comunidad de Madrid los salones de juego han pasado, en apenas cinco años, de 254 a 389 y las casas de apuestas, de 45 a 191. Los vecinos y las asociaciones contra la ludopatía exigen a la Comunidad de Madrid que ponga freno a este crecimiento que "está larvando un grave problema social, sobre todo entre los jóvenes: la adicción al juego". Cada semana se abren nuevos locales en Madrid en calles como la Avenida de la Albufera (Vallecas), Marcelo Usera, Bravo Murillo (Tetuán) o la zona de la calle Alcalá que transcurre por Ciudad Lineal. La calle Marcelo Usera es conocida ya como la ‘nueva Las Vegas’.

Antonio Ortiz, presidente de la Asociación de Vecinos de Cuatro Caminos-Tetuán, emplea un lenguaje muy duro y no duda en asegurar que "esto es una lacra". En una línea parecida se manifiestan el presidente de la Asociación de Prevención y Ayuda al Ludópata (APAL), Vicente Arroyo, y el de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), Enrique Villalobos. Este pone el foco además en que "en muchos de estos locales, en cuanto entras, te regalan la comida y la bebida como cebo y allí acuden los jóvenes en el recreo a comerse el bocadillo y a apostar. Estamos creando el germen de un problema muy grave", asegura.

En ‘Ganemos Tetuán’, vinculado a Podemos, inciden: "En nuestro barrio las casas de apuestas se ponen delante de los colegios y están destrozando a muchos niños y jóvenes. Es la nueva heroína en los barrios de trabajadores". 

Y es que además de otros problemas, la proliferación de casas de apuestas y salones de juego está cambiando la fisonomía de algunos barrios de Madrid donde las luces de neón y los colores chillones de estos locales de apuestas están sustituyendo al comercio tradicional. En una inmobiliaria del distrito de Ciudad Lineal nos lo confirman: "Local que se queda vacío, local que adquieren las casas de apuestas. Actualmente, calculo que uno de cada dos locales que se alquilan en Madrid, al menos en esta zona, es para abrir un salón de juego". Y ¿por qué en los barrios más pobres? "No lo sé", nos dice María Ángeles la propietaria de la citada inmobiliaria, "quizás porque los locales en estos barrios son más baratos y abrir una casa de apuestas en medio de la Castellana es mucho más caro.

Aquí puedes encontrar un local, a pie de calle, por 15 euros el metro cuadrado y en La Castellana igual estamos hablando de 100 euros o más". Y "porque este tipo de establecimientos buscan captar a la población más vulnerable, los más jóvenes, la población de menor poder adquisitivo que se gasta un dinero que no tiene en busca de evadirse o tratar de solucionar, de manera ficticia, sus problemas". Un problema, el de la ludopatía, que aumenta "exponencialmente" según APAL. "Hace un par de años atendíamos a unas 100 personas con el problema del juego, ahora vienen a nosotros más de 200 y muchos de ellos son jóvenes".

Ante esta situación, el sector del juego –las casas de apuestas y salones de juego mueven en España 13.800 millones de euros al año, con unos ingresos descontando premios de 560 millones de euros- se defiende y lo achaque todo a "una campaña mediática y de acoso que pretende beneficiar al juego público, del que no habla nadie, frente al juego privado". José González Fuentes, presidente de una de las empresas de juego más importantes de España, Luckia, explicaba esta semana en AzarPlus que "la industria del juego de gestión privada en España ya desde finales de los años 70, está hiperregulada, mejor que en ningún otro país de Europa, y existe un control irrefutable sobre quién juega, cuánto juega y, lo que es más importante, hay un control riguroso para impedir que jueguen menores y prohibidos". El máximo responsable de Luckia cree que "la alarma que se ha creado es más política y mediática que social y solamente va dirigida contra parte del juego privado".

"Esta campaña está muy centrada en los salones de juego y en las apuestas, tanto presenciales como online, dando datos inciertos, y en el mejor de los casos muy pocos rigurosos. Aunque todos sabemos que lo que se pretende es confundir a la opinión pública, de forma muy interesada por parte de alguien que solo hace bandera del juego para su propio provecho. Le doy un simple dato: Del total de juego en España, el gasto en apuestas deportivas tanto en el canal online como presencial está en torno a un 6-7% y en los salones de juego cerca de un 7%, con lo cual, si se está creando alguna alarma social por el exceso de juego, no es precisamente por las apuestas ni por los salones de juego", asegura Fernández Fuentes.

Mientras, en la Comunidad de Madrid, la única junto a Extremadura y Galicia que no tiene regulada las condiciones de apertura para los salones de juego y casas de apuestas, anuncian que antes de fin de año habrá una norma que regulará el control de acceso a los salones de juego, equiparándolo a la que ya rige para bingos y casinos, y se ha intensificado el control y las inspecciones para los salones. Pero no habrá una norma específica que regule la apertura de estos establecimientos. Para ello, el Gobierno que preside Ángel Garrido esgrime en referencia a los salones de juego (ya que no hay datos en los referente a las casas de apuestas) que en Madrid hay 5,92 por cada 100.000 habitantes, un porcentaje inferior a la media nacional, que se sitúa en 6,73.

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