Un año convulso

La guerra en Ucrania complica que la COP 27 resulte algo más que un trámite

La conferencia climática arranca en Egipto y las expectativas son bajas por el complejo entorno geopolítico. Pero no todo es negativo porque en los últimos doce meses se han hecho avances.

Sharm El Sheikh (Egypt), 04/11/2022.- Egyptian police officer guards in front of the International Congress Center before the 2022 United Nations Climate Change Conference (COP27), in Sharm El-Sheikh, in Egypt, 04 November 2022. The 2022 United Nations Climate Change Conference (COP27), running from 06 till 18 November in Sharm El-Sheikh, is expected to host one of the largest number of participants in the annual global climate conference of over 40,000 estimated attendees including heads of states and governments, civil society, media and other relevant stakeholders. The events will include Climate Implementation Summit, thematic days, flagship initiatives, and Green Zone activities engaging with climate and other global challenges. (Egipto) EFE/EPA/SEDAT SUNA
La guerra en Ucrania complica que la COP 27 resulte algo más que un trámite EFE/EPA/SEDAT SUNA
EFE

Doce meses que son un mundo. Desde que la COP 26 abriera sus puertas el año pasado tras el parón de la Covid-19, hasta la inauguración este domingo de su 27 edición en Sharm El Sheikh (Egipto), que se prolongará hasta el próximo 18 de noviembre, ha transcurrido poco tiempo, pero el escenario político ha variado sustancialmente. La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha provocado una crisis energética y una reorganización geopolítica mundial, que ha llevado a los países europeos a aparcar los objetivos climáticos a corto plazo, reactivando la generación energética incluso con carbón.

Aunque la Unión Europea continúa reforzando su estrategia a favor de las renovables a medio y largo plazo, como refleja la propuesta de la Comisión bautizada 'Repower EU', las urgencias han cambiado y esto se podría reflejar en el resultado de la COP 27, donde se quería buscar un consenso para ayudar a los países en desarrollo a incorporarse a la lucha contra el cambio climático y a contar con recursos para hacer frente a sus consecuencias (las sequías o fenómenos como la desertificación o las lluvias torrenciales les afectan especialmente), pero las expectativas son bajas.

El semanario 'The Economist' es un gran ejemplo de ese pesimismo y esta semana incluso señala que sería conveniente realizar un ejercicio de realismo y reconocer que es imposible lograr que la temperatura suba como máximo 1,5º en 2050. Ya existe un acuerdo global para inyectar 100.000 millones de dólares anuales a los países emergentes con este objetivo, pero la propia crisis energética y el mayor gasto en defensa es probable que complique que se cierre un compromiso más en firme a lo largo de la COP 27.

De acuerdo con Naciones Unidas, los últimos informes demuestran que aunque se ha avanzado - la financiación climática de los países desarrollados a los en desarrollo aumentó entre un 6% y un 17% en 2019-2020- no se habría alcanzado en el último año del que se tiene dato, que es 2020. La OCDE calcula que faltarían 17.000 millones anuales.

El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, reconocía este sábado que esperaba que la conferencia se saldara sin acuerdos significativos y dudaba de la colaboración de Rusia y China para lograrlos en medio de un escenario geopolítico en el que se está vive un conflicto armado. Si en tiempos de paz no fueron proactivos, no se espera un giro a mejor en plena guerra. El gigante asiático fue uno de los protagonistas de la cumbre del año pasado, pero por sus silencios, y en la declaración final de la COP 26 los países productores de petróleo evitaron un compromiso firme en la reducción del uso del carbón y del crudo. Por el contrario, fue la puesta de largo de Joe Biden y del giro al verde de los Estados Unidos.

El norteamericano se había comprometido a que el país regresaría al Acuerdo de París si llegaba a la Casa Blanca (Donald Trump lo mantuvo fuera) y en Glasgow impulsó junto a la Unión Europea un acuerdo mundial para la reducción de las emisiones de metano, que son las más contaminantes, por el que 103 países se comprometieron a reducirlas en un 30% hasta 2030. Lo que se conoce con la 'Methane Pledge' estará presente en la COP 27

Los avances del proyecto, sin embargo, no han sido amplios. La última comunicación pública sobre el movimiento está fechada en el pasado junio y en ella, EEUU, la UE y otros 11 países ponían en marcha una plataforma para controlar las reducciones de gases metano de la industria del gas y del petróleo, y le asignaban unas pequeñas inversiones, pero también lo vinculaban a la seguridad energética. Rusia habían invadido Ucrania hacía meses.

El progreso desde la COP 26

El World Resources Institute (WRI) ha realizado un extenso trabajo en el que recoge en qué momento y nivel de avance se encuentran las promesas alcanzadas en la conferencia climática del año pasado. La investigación reconoce que la Guerra en Ucrania ha colocado a la urgencia climática en un segundo plano, citando al propio Secretario General de la ONU, António Guterres, que así lo señaló el pasado septiembre

Sin embargo, sí que se han producido una serie de avances. Por ejemplo, en lo que se refiere a compromisos climáticos nacionales, uno de los pasos dados en los últimos meses ha sido Australia, donde el cambio de Gobierno ha provocado una revisión al alza de los objetivos de reducción de emisiones. Si antes se comprometía a recortarlas entre un 26 y un 28% para 2030 respecto a los niveles de 2005, la aspiración ahora es hacerlo en un 43%. Además, siete nuevos países habrían establecido la meta de ser cero netos en 2050 a lo largo de los últimos doce meses, por lo que todo el G20, con la excepción de México, ya habría dado el paso de ponerse como objetivo la neutralidad climática para mediados de siglo.

Con la excepción de México, todos los países del G20 ya se han comprometido a ser neutros en carbono en 2050

Las empresas también habrían continuado comprometiéndose, aunque tal vez menos masivamente que en 2021, cuando se hizo un llamamiento antes de la COP 26 para que se adhirieran. Hasta 1.400 esperan ser neutras en carbono en 2050; entre ellas, 780 de las 2.000 cotizadas más grandes del mundo.

La alianza para 'reverdecer' las finanzas, también habría continuado creciendo. Si en la COP 26, The Glasgow Financial Alliance for Net Zero (GFANZ) contaba con 450 firmas, la cifra ahora se ha incrementado a 500. No obstante, no está siendo un camino de rosas. WRI recuerda que fondos de pensiones como Bundespensionskasse AG de Austria o CBUS de Australia, habrían abandonado la alianza porque los requisitos eran muy exigentes. También se ha rumoreado que algunos bancos estadounidenses podrían dejarla porque les expone a riesgos legales.

El despliegue de renovables es otro punto positivo, ya que continuaría a pesar del incremento del precio de los materiales. En 2021 se habrían alcanzado los 295 gigavatios(GW) de capacidad verde instalada y la Agencia Internacional de la Energía pronostica otro incremento del 8% este año. En contrapartida, la guerra en Ucrania habría obligado a algunos países europeos a incrementar el uso de la generación energética por carbón, incluso reabriendo plantas; repercutiendo en el gasto público

"Los gobiernos europeos gastarán decenas de miles de millones de dólares este invierno en expandir la infraestructura y los suministros de combustibles fósiles y, al mismo tiempo, tomar medidas sin precedentes para reducir el consumo de energía y acelerar las energías renovables", recoge WRI citando informes. China, por su parte, habría aprobado este año nuevas minas de carbón, lo que no parece el mejor paso para avanzar en la descarbonización.

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