Se prevén precios máximos todo el verano

La 'guerra fría' de Ribera y las eléctricas aleja una solución a la crisis de la luz 

El Gobierno no descarta tomar medidas más drásticas si el calentamiento del recibo eléctrico se sale de unos márgenes razonables y deja de estar en el mismo nivel que sufren otros países europeos. 

Ribera
La 'guerra fría' de Ribera y las eléctricas amenaza con disparar el precio de la luz.
Europa Press

El enfrentamiento soterrado entre la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y las grandes eléctricas, en pleno auge de la demanda de energía por el calor, amenaza con mantener el precio de la luz en España por encima de la media europea y en máximos históricos durante todo el verano, según advierten fuentes empresariales cercanas tanto al Ministerio como a las compañías. El coste del megawatio hora (MW/h) para este jueves se ha situado por encima de los 101 euros, después del récord de 106 euros del día anterior, pero ambas jornadas por debajo del nivel de los 85 y 90 euros del resto de Europa, salvo en el caso de Italia, algo que no suele ser habitual y que entre algunos operadores sólo se explican por el "coste político" de la 'guerra fría' entre Ribera y las compañías.

El diferencial entre España y el resto de Europa puede explicarse desde el punto de vista técnico en la mayor demanda en la Península Ibérica por el calor, la caída de la generación eólica y el mayor recurso a sistemas de producción caros, basados en el hidrógeno y el CO2, pero fuentes del mercado no descartan que también exista un plus que no se da en otros países, que estaría centrado en el interés de los grandes productores del mercado en que la ministra no consiga que los precios caigan, ni siquiera bajando los impuestos.

El golpe de 1.000 millones de euros a los ‘beneficios caídos del cielo’ que supone el anteproyecto de ley sobre la tarifa eléctrica que ha presentado Ribera no ha sido bien acogido por algunas de las grandes compañías del sector, que ven ahora como apenas un mes y medio después de anunciar esa iniciativa se baten todos los récords históricos del mercado. Este mismo miércoles se ha aprobado en el Congreso la reducción del IVA del recibo de la luz al 10% hasta final de año y la suspensión temporal del impuesto a la generación eléctrica (7%) durante el verano, en un intento de reducir el impacto del elevado coste del merado eléctrico a los usuarios. 

Pero se trata de dos medidas coyunturales y limitadas en el tiempo que no han podido evitar la escalada de precios que genera el dominio en las subastas diaria de los sistemas de producción más caros, que son los que se establecen para cada día. “Si falta energía eólica o renovable y dominan las subastas horarias los sistemas de ciclo combinado, que vienen determinados por el precio del gas, que está disparado, y el coste de los derechos de emisión e CO2, que están también al alza, la media superior a los 90 o 100 euros el megawatio hora va a ser difícil de evitar”, aseguran fuentes que vigilan cada día la formación de precios en el mercado.

Estrategia de "acoso y derribo"

En un modelo marginalista, que marca cada día el precio medio más alto, una de las claves para evitar esa escalada estaría en que las compañías aportasen al sistema la mayor parte posible de energía a menos coste, la que proviene de fuentes hidráulicas o nucleares, que se generan a menos de 30 euros el MW/h. Pero si el pico de la demanda en verano coincide con decisiones empresariales que pasan por el cierre de algunas nucleares o la menor generación de electricidad en saltos de agua, junto a una menor aportación de las eólicas por la falta de viento, la media del mercado sube. “En ese contexto, el enfrentamiento velado que hay entre las eléctricas y el Ministerio es un secreto a voces que no anima a nadie a promover una rebaja de precios por el momento”, explican desde una de las compañías implicadas en el sistema. Es más, hay quien apunta a que, de seguir así, no se descartan precios diarios en pleno verano que lleguen a los 120 euros el megawatio hora.

Junto a quienes hablar de una estrategia de “acoso y derribo a la ministra” hasta que retire su anteproyecto o facilite las cosas durante su debate en el Congreso, están quienes aseguran que todo es una cuestión de oferta y demanda en el mercado, muy marcada por los elevados costes del gas en Europa en este momento, algo que se demuestra en que el precio medio a nivel comunitario supera los 80 euros en los últimos días, cuando las previsiones lo situaban hace apenas unos meses en la mitad. No obstante, son precios todavía menores a los que se están sufriendo en la Península Ibérica, justo la semana que Ribera se la jugaba en el Congreso con su decreto para rebajar los impuestos del recibo de la luz de forma temporal.

La ministra mantiene además dos frentes abiertos en su pulso contra la subida de la luz. Por un lado, ha encargado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que vigile de cerca la formación de los precios cada día, para que no haya prácticas de colusión ni abuso de mercado que puedan inflar de forma artificial el coste que la energía tiene para las familias y las empresas. Por otro lado, Teresa Ribera ha enviado incluso una carta a la Comisión Europea para que se revise de alguna forma un sistema de precios marginalista que impone cada día el precio medio más caro de todos los que se manejan en las subastas.

Riesgo de intervención y control

Las fuentes empresariales consultadas advierten, no obstante, que el enfrentamiento entre eléctricas y Ministerio, que tiene otros frentes abiertos además de los precios de la luz, ha incrementado el riesgo de que el Gobierno opte por tomar algún tipo de medida más drástica para controlar los precios de una ‘utility’ que es básica para las empresas y los ciudadanos. El recorte de los ‘windfall profit’ que se pretende aplicar ahora puede ser mayor para las grandes compañías si se hace caso de algunas de las propuestas que la ministra tiene encima de la mesa si la situación se sale de unos límites razonables.

El momento de alta demanda del verano y la carestía general de la luz en Europa hacen muy difícil ahora discernir algún tipo de irregularidad en la formación de los precios, pero no hay que olvidar que existe el precedente del informe que acaba de publicar la CNMC que demuestra que en 2013 se produjo por parte de alguna de las compañías del sector un recorte voluntario de la producción de energía hidráulica, que es más económica, con el fin de que se integraran al sistema otras tecnologías más caras, para mantener los precios al alza.

En el debate de este miércoles se han recordado algunas de las medidas que se proponen desde los partidos de izquierdas, que son los que han apoyado al Gobierno en todo este proceso, para controlar los precios de la luz, entre las que se descarta por ahora la creación de una empresa eléctrica pública. Pero no se han dejado de lado otras opciones, como marcar máximos y mínimos en las subastas o separar el precio de los sistemas más baratos de producción de los más caros, para que no exista la actual distorsión de que se cobra a precios máximos incluso la energía que se produce bajo mínimos. Esta última posibilidad, que es una de las que más se temen en las compañías, supondría un recorte tres veces mayor para las grandes compañías que el que se prevé para los beneficios caídos del cielo. 

Mostrar comentarios