La intensa presión sobre el BES provoca el desplome de sus acciones

  • El Banco Espírito Santo (BES) continúa sometido a una intensa presión en Portugal, donde se mantiene en el centro de la atención mediática, lo que motivó un desplome de sus acciones en Bolsa durante la última semana que de momento no frena.

Lisboa, 27 jun.- El Banco Espírito Santo (BES) continúa sometido a una intensa presión en Portugal, donde se mantiene en el centro de la atención mediática, lo que motivó un desplome de sus acciones en Bolsa durante la última semana que de momento no frena.

El BES llegó a retroceder hoy más de un 11 % en el selectivo lisboeta y acumula una caída del 20 % sólo en la última semana, y el Espírito Santo Financial Group -otra de las ramas del Grupo del mismo nombre- perdió más de un 17 %, con lo que su valor bursátil se redujo en una tercera parte en apenas siete días.

Informaciones publicadas por medios lusos apuntan a que PT adquirió hace meses deuda de Rioforte, también controlada por la familia Espírito Santo, por valor de 900 millones de euros, en un momento en que el grupo afrontaba dificultades para financiarse.

Precisamente el BES es accionista a su vez de PT -envuelta en un proceso de fusión con la brasileña Oi-, lo que podría incluso motivar una investigación por parte de la Comisión del Mercado de Valores (CMVM), según las mismas fuentes.

La cotización de la entidad financiera se situaba hoy en el entorno de los 74 céntimos por acción, el precio más bajo desde octubre de 2013, y esta tendencia a la baja contagió también a PT, que reculaba por su parte más de un 4 %.

El BES atraviesa por un difícil momento después de que una auditoría independiente encontrase irregularidades financieras en el seno del Grupo del mismo nombre, controlado por la familia Espírito Santo, una de las más ricas, influyentes y poderosas de Portugal.

El clan, inmerso en una lucha de poder entre las diferentes facciones familiares, acabó por decidir la salida de la presidencia del BES de uno de sus miembros, Ricardo Salgado, y propuso al actual administrador financiero, Amílcar Morais Pires, como su sustituto.

La mayoría de analistas lusos atribuye este movimiento a las presiones del banco central luso para apartar de la gestión de la entidad a los miembros de la familia por su relación con las irregularidades contables detectadas a nivel de todo el grupo.

El nombramiento de Morais Pires, sin embargo, no será efectivo hasta que sea aprobado por el consejo de administración, que se reúne el próximo 31 de julio.

Además, el candidato también será evaluado por el propio Banco de Portugal, que debe garantizar la "idoneidad" de los responsables de las entidades financieras, de acuerdo con la ley vigente en Portugal.

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