La "legalidad" del mercado "ilegal" de divisas en Argelia

  • A pocos metros del Parlamento argelino, en los soportales de la plaza Port Said, se levanta el mayor mercado negro de divisas de la capital argelina, un "problema menor" para el ministro de Interior, Daho Uld Kablia, pero que es necesario eliminar, según su colega de Finanzas, Karim Yudi.

Jorge Fuentelsaz

Argel, 25 oct.- A pocos metros del Parlamento argelino, en los soportales de la plaza Port Said, se levanta el mayor mercado negro de divisas de la capital argelina, un "problema menor" para el ministro de Interior, Daho Uld Kablia, pero que es necesario eliminar, según su colega de Finanzas, Karim Yudi.

"Tratamos de combatir este tipo de mercado informal de divisas, pero la gente lo va a encontrar por su cuenta. Yo no tengo ningún inconveniente con que se elimine o se permita", dijo recientemente Uld Kablia en unas declaraciones recogidas por todos los medios de información nacionales.

En Argelia, donde no existen oficinas de cambio, más allá de las existentes dentro de los propios bancos, y donde la compra de divisas está sujeta a severas limitaciones y restricciones, el mercado negro de compraventa de moneda extranjera ha proliferado desde hace años por todo el país.

La máxima cantidad de divisas que un argelino puede comprar anualmente asciende en la actualidad a 400 euros, pero siempre y cuando pueda demostrar que va a viajar al extranjero.

Sin embargo, en muchas ocasiones, especialmente cuando se trata de viajes largos, ese dinero resulta insuficiente. En parte, debido a que los bancos nacionales no permiten a sus clientes retirar divisas desde el extranjero.

Además, la gran diferencia existente entre el cambio oficial, que ofrece en torno a 100 dinares por cada euro, frente al informal, donde un euro equivale a unos 145/150 dinares, empuja a los argelinos, especialmente a los futuros turistas, a buscar las divisas fuera de las oficinas bancarias.

Las decenas de cambistas que pululan a todas horas por Port Said blandiendo ostentosos fajos de billetes, cantando en voz alta el valor del cambio del día y ofreciendo a coches y viandantes sus servicios, no son los únicos comerciantes de moneda extranjera en la ciudad.

En tiendas y mercados, en algunos hoteles e incluso en el aeropuerto junto a las oficinas de los bancos, no es difícil encontrar a estos "agentes informales" del cambio de divisas dispuestos a hacer negocio.

Respecto a la horquilla de diferencia entre el cambio virtual y el real, que ronda entre el 40 y el 50 por ciento, Kablia considera que se encuentra "dentro de un límite correcto".

El ministro de Interior, aunque reconoce que este fenómeno es "una actividad ilegal", sostiene que, por otro lado, "permite protegerse contra la falsificación de la moneda".

Sin embargo, sus palabras no han caído bien en muchos círculos económicos y políticos y han levantado la polémica y numerosas reacciones en contra.

En una intervención ante el Parlamento, el titular de Finanzas intentó zanjar la cuestión asegurando que "el Gobierno va a combatir el mercado informal de divisas".

"La ley no permite la existencia de un mercado paralelo de la divisa. (...) En la economía existe un mercado oficial y no hay lugar para el mercado negro", subrayó este martes Karim Yudi.

Según el principal periódico argelino en lengua árabe, "Al Jabar", las palabras de Uld Kablia "dan luz verde a la mafia para el blanqueo de dinero".

"Al Jabar" ofreció los testimonios de varios expertos que, si bien incidieron en la dificultad de acabar con dicho comercio, subrayaron los beneficios de erradicarlo, a corto y medio plazo.

Así, el experto económico Mahyub Beda aseguró al diario que acabar con el mercado informal permitiría "enmarcar y organizar" el cambio de la moneda, "reforzar" el dinar argelino, y favorecer que parte del dinero negro se transfiriera al mercado formal.

Esta discusión sobre la necesidad de combatir o permitir el mercado negro de divisas ha estallado, curiosamente, en plena campaña lanzada por el Ejecutivo por acabar con los puestos ilegales de venta de mercancías.

Un proyecto que arrancó antes del verano y que, según explicó el propio Uld Kablia en septiembre, incluye la activación de más de 136.000 locales para absorber los puestos de venta del "mercado paralelo", al que el Banco Central responsabiliza de ser el causante de la elevada inflación en el país, que en septiembre se situó en el 8,7 %.

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