La literatura infantil y juvenil ralentiza su caída de ventas al bajar un 6%

  • La literatura infantil y juvenil (LIJ), último sector literario al que ha afectado la crisis, ha ralentizado en 2011 la caída de ventas, al registrar un descenso del 6% frente al del diez sufrido en 2010.

Madrid, 13 mar.- La literatura infantil y juvenil (LIJ), último sector literario al que ha afectado la crisis, ha ralentizado en 2011 la caída de ventas, al registrar un descenso del 6% frente al del diez sufrido en 2010.

La directora de Publicaciones de Literatura Infantil y Juvenil de SM, Lines Carretero, ha ofrecido hoy este dato en una rueda de prensa en la que también se presentaron los datos incluidos en el Anuario Iberoamericano sobre el libro infantil y juvenil 2012.

Este anuario, publicado por la Fundación SM, ofrece una panorámica sobre el sector en Iberoamérica y profundiza en la situación de los nueve países en los que la editorial está presente: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, Puerto Rico, República Dominicana y España (con información sobre las publicaciones en catalán, gallego y euskera).

Según esta publicación, en España, a pesar de los "malos augurios" que se desprendían de las cifras de ventas de LIJ en 2010 -cuando cayeron un diez por ciento- en 2011 ese descenso, de acuerdo con los datos extraídos del índice Nielsen, "se ha ralentizado", al quedarse en un 6%.

Durante 2011 aumentó significativamente el número de personas que se decantaron por algún tipo de lectura en formato digital, llegando al 52 por ciento de la población española, y se detectó también un regreso del realismo frente al género fantástico.

Así, los autores apostaron por asuntos de la vida cotidiana como la inmigración, la guerra -tema recurrente-, la muerte, la enfermedad o los problemas familiares.

Respecto a las publicaciones en catalán, en el informe se señala que la crisis "ha llegado con fuerza" al mundo editorial, en el que las iniciativas se caracterizaron por un "cierto letargo" durante 2011, centrado en la resurrección de títulos clásicos, el descenso de la producción de álbumes o "la baja calidad".

También por la cantidad de títulos para lectores que están acabando la Educación Primaria y por la larga lista de éxitos vampíricos que triunfa en la franja juvenil.

"Malos tiempos" para la LIJ gallega, se asegura en el anuario, en el que se constata la disminución de la presencia de la lengua gallega en la enseñanza, compensada por el aumento de actividad de asociaciones y bibliotecas y de blogs y redes sociales.

Aunque el sistema empresarial en el País Vasco permitió que la situación no fuese "tan grave" como en otros sitios, la crisis también se hizo notar en 2011 en el ámbito editorial de la LIJ, con menos obras editadas "y poco espacio para la innovación", en un sector en el que la mayor novedad vino de la mano de la variedad y riqueza de los álbumes ilustrados.

En Iberoamérica la influencia de la crisis fue variable según los países, de forma que mientras que Argentina experimentó "una estabilidad y equilibro" gracias al auge del libro ilustrado y de la novela, en Puerto Rico se produjo en los últimos años una "merma general" en la publicación del género infantil y juvenil.

En Perú la LIJ es "casi inexistente" fuera del entorno escolar, según el anuario, mientras que en Brasil y Colombia aumentó notablemente la producción del sector y en México empieza a hacerse presente el libro digital, con muy poca presencia aún en la región.

En Chile destacó el espacio ganado en el ámbito editorial en el tratamiento de problemáticas emocionales y sociales, así como de la novela gráfica y los cómics, y en la República Dominicana las publicaciones no se detuvieron en 2011, aunque la gran mayoría de textos estuvo destinada a una población infantil menor de doce años.

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