La mecha de la literatura erótica prende entre los jóvenes

  • Concha Carrón.

Concha Carrón.

Madrid, 18 may.- "Cincuenta sombras de Grey" encendió la mecha de la literatura erótica para adultos, un fenómeno que ahora, ante el brusco descenso en las ventas de libros, las editoriales tratan de expandir hacia el mundo juvenil, en el que ya saltan chispas con tórridos romances entre adolescentes.

"El chico malo" y "Si fueras mío", de la joven escritora estadounidense Abbi Glines, son dos buenos ejemplos de este fenómeno incipiente dentro de la literatura juvenil, al haber vendido ya 300.000 ejemplares en EE.UU.

Las dos novelas de Glines (Birmingham, Alabama, 1977) figuran entre los diez libros juveniles más vendidos de "Amazon", con un incandescente idilio entre dos jóvenes protagonizado por la buena de Ashton y el típico chico malo Beau Vincent.

Aunque la base es una tradicional historia de amor entre adolescentes, este nuevo "boom" literario se adentra en un terreno en el que las editoriales, hasta ahora, no se atrevían a traspasar, por temor a ser acusadas de demasiado atrevidas en las escenas eróticas y sensuales destinadas a un público no adulto.

Las ventas masivas de la trilogía de la británica Erika Leonard, más conocida con el seudónimo de E.L. James, con los explícitos episodios sexuales de sus dos protagonistas, el magnate de negocios Christian Grey, y la recién graduada universitaria Anastasia Steele, han acabado de convencer a las editoriales respecto a sus prejuicios anteriores, y se han lanzado a la caza de locas aventuras sexuales.

Junto a la onda expansiva de "Cincuenta sombras de Grey" y la necesidad de captar nuevos lectores y vender libros, el elemento determinante para dar este nuevo paso ha sido la entrada en la vida de todos, y sobre todo de los jóvenes, de internet, un mundo que les da acceso a contenidos sexuales a los que antes no podían llegar tan fácilmente.

Los adolescentes, hastiados ante la ausencia de perspectivas de futuro claras, han respondido a este fenómeno buscando vías de escape y momentos de evasión que la literatura erótica les puede proporcionar, acercándoles a un territorio que les resulta familiar.

Así, en "El chico malo", que acaba de publicar en España Destino, abundan las escenas ardientes entre sus dos protagonistas, antiguos amigos de la infancia, retratadas por su autora con un lenguaje fresco y directo, con el que Glines consigue empatizar con los jóvenes, hablando "en su idioma" y de las cosas que les preocupan y que les suceden.

"Si fueras mío", que se publicará en España en junio, es continuación del anterior, en el que Lana, la prima de Asthon, una muchacha tímida y dulce, atrapa con su atractivo juego de seducción a Sawyer, con el corazón roto tras perder a su ex novia -Asthon- y a su mejor amigo, Beau Vincent, en unos encuentros de los que acaban saliendo chispas.

En España, dónde este fenómeno es relativamente nuevo, se acaba de publicar "París, luna roja", una novela de la asturiana Blanca Álvarez, quien recuerda, en una entrevista con Efe, que empezó en el mundo de la literatura ganando el primer Premio Internacional de Poesía Erótica Cálamo, en la década de los ochenta.

"La literatura erótica es algo que me ha preocupado y me ha interesado desde siempre", asegura la autora, quien explica que en "París, luna roja" (Destino) se planteó hacer "un cuento al revés", en el que el guapísimo "a reventar" es el chico, Dámaso, y la chica, Georgia, juega con la "desventaja" de no ser "la belleza oficial".

Aunque Álvarez (Coaña, Asturias, 1957) admite que en la novela hay "tres o cuatro" escenas explícitas de sexo, asegura que las mismas están "poéticamente relatadas", entre otras cosas -añade- porque el sexo para ella es "poético".

Una alumna suya lo leyó y le dijo que se había quedado con ganas de encontrar un hombre así, a lo que ella le contestó que "quizás no los haya".

"París, luna roja" fue una propuesta de la editora, según Álvarez, ante la certeza -asegura- de que a los jóvenes "les preocupan las mismas cosas que a los adultos, y sobre todo las relaciones amorosas con los de su generación. "A ellos probablemente más que a los adultos, porque todavía están por estrenarlo todo".

En su opinión, el amor implica "una relación física y tiene connotaciones de virulencia hormonal. Eso está ahí, porque el amor no es algo etéreo, angelical, casi con alas, es humano y físico".

Álvarez, a quien "Cincuenta sombras de Grey" le pareció "pornografía blanda aburrida", recuerda que la literatura erótica "lleva muchos años funcionando", como demuestran obras "de calidad" como "Historia del ojo", de Georges Bataille, o "Las once mil vergas", de Guillaume Apollinaire, y recuerda que la literatura "tiene un compromiso consigo misma que es generar calidad".

"Si no, vete a tu casa a contarle esas cosas al oído a tu pareja para seducirla", concluye.

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