La OCDE rebaja sus expectativas para el G7 y pide acción para dar confianza

París, 8 sep.- La OCDE revisó hoy a la baja sus perspectivas económicas para el G7 en 2011, alertó del riesgo de que las turbulencias bursátiles cuestionen su recuperación económica y pidió a los políticos se esfuercen en restablecer la confianza con ajustes fiscales y reformas estructurales.

En su informe de perspectivas interinas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calcula que los países del G7 crecerán durante el segundo semestre a un ritmo anual inferior al 1 %, a excepción de Japón.

Agregó que incluso se producirán retrocesos de la actividad trimestral en Alemania (en el cuarto caerá trimestre al 1,4 %) y en Italia (-0,1 %, siempre en evolución interanual, en el tercero).

No obstante, para el conjunto del año el incremento del Producto Interior Bruto (PIB) alemán será "un poco inferior al 3 %", precisó el economista jefe de la organización, Pier Carlo Padoan, que presentó a la prensa este estudio que sólo contiene proyecciones para los miembros del G7.

El PIB de Japón se desmarcará de los demás de este grupo y repuntará un 4,1 % en el tercer trimestre gracias a los trabajos de reconstrucción tras el terremoto y posterior tsunami de marzo, aunque en el cuarto permanecerá estancado.

Padoan advirtió de que en algunos países de la OCDE no se constatan mejoras en el empleo, y que la persistencia de niveles elevados de paro de larga duración amenazan con enquistarse y convertirse en un fenómeno estructural.

También alertó de que "hay signos de que no están bajando" los precios de las materias primas, y en particular del petróleo, y de persistir eso tendrá una implicación negativa, al igual que "podrían tener un impacto sustancial" las turbulencias de los mercados de acciones.

En ese contexto, consideró que "es imperativo que los políticos restablezcan la confianza, y a medio plazo eso pasa por programas "creíbles" de ajuste fiscal, sobre los que estimó que se están realizando "progresos" en Estados Unidos, pero también en otros países, y citó el caso de España (y luego los de Italia, Francia y Alemania) con la reforma constitucional para integrar la regla de la estabilidad presupuestaria.

Preguntado sobre si no juzga excesivos los recortes en el gasto público en la zona euro teniendo en cuenta la debilidad del crecimiento, el economista jefe respondió que "en algunos países no hay otra solución que ajustes muy fuertes".

Reconoció que en el caso de Alemania "tiene margen fiscal" pero que eso sólo debe utilizarse como estímulo económico si se constata una ralentización duradera de la actividad.

Padoan consideró apropiadas las medidas acordadas en la cumbre europea del pasado 21 de julio para hacer frente a la crisis de las deudas soberanas en algunos países de la moneda única y añadió que "ahora queremos verlas aplicadas".

Pero también señaló que la eurozona tiene que ir más lejos porque hace falta una mejora de su gobernanza.

La OCDE en su informe previno de que hay una gran incertidumbre sobre los datos que presentó, que la posibilidad de un movimiento más negativo es mayor en algunos de los grandes países de la organización, aunque no augura una inflexión "de la magnitud" de la que se produjo en 2008-2009.

Padoan subrayó que la recapitalización de los bancos, en particular en Europa, debe ser una de las prioridades para dar confianza.

Y también que la estrategia a medio plazo no debe quedarse en la consolidación fiscal, sino que tiene que incluir reformas estructurales que en cada país varían en función de sus necesidades particulares.

Con carácter general, dijo que esas reformas estructurales deben buscar la liberalización del mercado de productos, flexibilizar el mercado laboral, mejorar el sistema fiscal o el de pensiones.