La oposición lusa recela de la reforma del Estado propuesta por el Gobierno

  • La oposición portuguesa reaccionó hoy con recelo y críticas a la propuesta del Gobierno conservador de "reformar" el Estado tras agotarse las posibilidades de reducir sus gastos, y advirtió que no aceptará más recortes sociales.

Lisboa, 30 oct.- La oposición portuguesa reaccionó hoy con recelo y críticas a la propuesta del Gobierno conservador de "reformar" el Estado tras agotarse las posibilidades de reducir sus gastos, y advirtió que no aceptará más recortes sociales.

Tanto los partidos de izquierda como el principal sindicato luso coincidieron en rechazar la propuesta hecha hoy en el Parlamento por el Ejecutivo para "hacer viable" el Estado con una reforma de sus estructuras.

El primer ministro, Pedro Passos Coelho, no dio detalles sobre el alcance de la reforma pero pidió un amplio consenso para efectuarla.

La reducción del gasto con la actual dimensión del sector público "está muy cerca de su límite con los recortes realizados en 2011 y 2012 y los previstos para 2013", advirtió.

La oposición portuguesa interpretó su proyecto de revisar las funciones del Estado como un intento de los conservadores lusos por reducir derechos sociales mediante una alteración de la Constitución, que necesitaría de más respaldo que la mayoría absoluta de la coalición conservadora de Gobierno.

Desde el Partido Socialista (PS), su secretario general, Antonio José Seguro, respondió a Passos Coelho que no respaldará cualquier proyecto de "revisión constitucional" que suponga un recorte del Estado social.

Además, el líder de los socialistas consideró que los planes del Ejecutivo suponen reconocer de forma implícita "un segundo rescate" financiero de Portugal y recordó que su grupo alertó de que el camino de la austeridad escogido hace ahora un año fue "un error".

"O todo está bien en el país, y no es necesario refundar el programa de ajuste, o el primer ministro condujo a Portugal a una situación de caos y por eso propone esta reforma", aseveró Seguro.

Más gruesas fueron las críticas desde el Partido Comunista, cuyo secretario general, Jerónimo de Sousa, acusó a Passos Coelho de elaborar "los peores" Presupuestos de la democracia y querer romper con la Constitución para "destruir" el Estado de Bienestar.

El líder comunista alertó, asimismo, del riesgo que corre el país de parecerse cada vez más a Grecia si los planes del Gobierno conservador siguen adelante.

En esta misma línea se expresó el portavoz del mayor sindicato del país, Armenio Carlos, quien insistió, en declaraciones a los periodistas, que la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP) lo único que firmaría es el fin del programa de ajustes y reformas impuesto con el rescate financiero.

Sus duras condiciones, que han obligado a aplicar varios paquetes sucesivos de austeridad en el país, fueron exigidas por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para conceder el año pasado 78.000 de euros a Portugal.

Passos Coelho defendió hoy la necesidad de acometer una reforma del Estado luso que permita al país cumplir sus "grandes objetivos de estabilización financiera" y asegurar al mismo tiempo "el mantenimiento del Estado social".

El también presidente del gobernante Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha) recordó durante su intervención en el Parlamento que el elevado nivel de deuda que acumula el país no fue de su responsabilidad, y criticó a sus adversarios políticos por no proponer soluciones realistas.

"Si no quieren subir los impuestos para aumentar los ingresos públicos y al mismo tiempo niegan cualquier corte del gasto, ¿cómo disminuimos la deuda?", planteó Passos Coelho.

Pero el líder de la oposición le acusó de defender más los intereses de la canciller alemana, Angela Merkel, que los de Portugal, y de intentar ocultar el "fracaso" de una política que ha puesto a Portugal en vías del segundo rescate con esa propuesta de refundar el Estado.

"Los portugueses han hecho muchos sacrificios pero usted no ha cumplido", reprochó al primer ministro Seguro, que recordó el aumento histórico del desempleo (ahora en el 16 %) y la caída continua de la economía (del 3 % este año) que sufre Portugal.

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