París, 29 mar.- La jefa de la patronal francesa MEDEF, Laurence Parisot, calificó hoy de "chapuza" el nuevo montaje del impuesto para ricos presentado por el presidente francés, François Hollande, que no gravará directamente con un 75 % a los que ganen más de un millón de euros, sino a las empresas que se los paguen.
"No entiendo la filosofía del principio manifestado" anoche por Hollande, señaló Parisot en una entrevista a la emisora de radio "France Info" en alusión al anuncio del jefe del Estado sobre cambios en la aplicación de su promesa electoral de crear un impuesto del 75 % para los ingresos que superen un millón de euros.
Ante la censura del Consejo Constitucional en diciembre al proyecto inicial de esa tasa que debían pagar los que recibieran esas remuneraciones por considerar que tenía un carácter confiscatorio, el presidente socialista dijo ayer que el gravamen lo tendrán que abonar las empresas que decidan pagar tanto, y que tendrá un carácter excepcional, durante dos años.
Parisot señaló que Hollande "había dicho durante su campaña que había que imaginar un impuesto específico para los franceses más afortunados. Y ahora nos encontramos con algo totalmente diferente que lo pagarán las empresas en forma de cotizaciones. Entonces, ¿qué va a pasar con los franceses que no trabajan en empresa, artistas o profesiones liberales?"
La presidenta de la patronal denunció que se trata de "una chapuza" y "una marca contra las empresas" que las "estigmatiza" y que no mejorará la situación del empleo ni de las inversiones.
Otra de las críticas llegó de los clubes de fútbol profesionales, que se quejaron de que esa tasa dificultará todavía más la competitividad del campeonato francés porque los grandes jugadores se irán al extranjero, donde podrán recibir sueldos superiores a un millón de euros.
Desde la oposición, el presidente del gran partido de la derecha francesa, la UMP, Jean-François Copé, denunció el nuevo dispositivo avanzado por Hollande como "una superchería".
El ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, la defendió y dijo que es "un impuesto de comportamiento" que busca alterar la política de remuneraciones de las empresas.
Moscovici, en una entrevista a la emisora "RTL" precisó que se aplicará a partir de los ingresos de 2014, que todavía no sabe cuál podría ser su alcance, pero en todo caso estimó que "no es ilógico" que los que más ganan contribuyan más en un periodo económicamente "excepcional" como está viviendo Francia.
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