Han bastado 100 días de Gobierno de Pedro Sánchez para que la percepción de los españoles sobre la situación económica se haya deteriorado. El último sondeo que realiza Metroscopia para Henneo revela que entre los meses de julio y septiembre el porcentaje de españoles que evalúan como 'mala' la situación económica de España ha crecido desde el 60% al 67%, al mismo tiempo que la bolsa de optimistas que la consideran 'buena' ha caído del 24% registrado el pasado mes de julio - con el gabinete socialista recién aterrizado- a un más escaso 19%.
El dato subraya el fondo de pesimismo que arrastran los españoles desde la crisis financiera desencadenada en el año 2007 y que una inmensa mayoría no consideran superada, según la oleada realizada por Metroscopia para Henneo el pasado mes de julio. Pero también refleja el empeoramiento que han experimentado algunos indicadores económicos en los últimos meses, particularmente en el mercado laboral, que en agosto registró un inesperado dato negativo.
La acumulación de estos factores ha emborronado la percepción que los españoles tienen de la situación económica, aunque los datos de Metroscopia también permiten percibir un fondo de naturaleza radicalmente política. La llegada del PSOE al poder, y probablemente la forma en que se ha producido, ha deteriorado de modo muy sensible la forma en que los votantes del PP y de Ciudadanos ven la economía.
En solo dos meses el porcentaje de votantes de Ciudadanos que ven 'mala' la situación económica se ha incrementado del 54% al 70%, mientras que en el PP esa escalada ha sido del 52% al 63%. Curiosamente, los más pesimistas con la economía española son los votantes de Podemos (el 75% la califican como 'mala'), a pesar de que esta formación ha ganado peso específico con el cambio de Gobierno y que, en los días en los que se realizó la encuesta, se sucedían las noticias sobre las negociaciones entre la formación morada y el Ejecutivo para sellar su pacto cara a los Presupuestos Generales de 2019.
Llama la atención, por otro lado, que la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa no haya reducido la porción de votantes socialistas que ven mal la situación económica: sigue en el 56%. Y eso que tanto el propio presidente como los principales espadas de su gabinete no han dejado de repetir desde que comenzó el mes de septiembre que España sigue liderando todos los indicadores económicos de la zona euro.
Una de las cuestiones más fascinantes de las encuestas es que la percepción de la realidad no tiene por qué estar vinculada a la situación personal. Cuando se pregunta a los españoles por su situación económica particular el porcentaje de ciudadanos a los que les van peor las cosas apenas ha variado entre julio y septiembre (del 29% al 30%) y es franca mayoría los que aseguran que su situación es buena (56%), lo que no les impide percibir un empeoramiento significativo del contexto.
Es esa suerte de empatía social la que hace que aunque según las estadísticas la tasa de paro en España afecte al 16% de la población, éste sea el principal problema para el 91% de los encuestados, muy por delante de la desigualdad social, la situación en Cataluña o la corrupción, todos ellos temas que copaban los titulares en los días en los que se elaboró la encuesta.
Precisamente, el trabajo de campo de este sondeo fue realizado entre los días 17 y 19 de septiembre pasados entre españoles de más de 18 años, es decir, con derecho a votar. En esos días, el presidente del Gobierno anunció en un encuentro de celebración de los primeros cien días en la Moncloa una reforma de la Constitución para eliminar los aforamientos de diputados y senadores. Igualmente, el martes 18 compareció en el Congreso, en la Comisión de investigación sobre la financiación del PP, el ex presidente de este partido, José María Aznar.
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