La pieza que no encaja en el puzle de Vox: se necesitarán 270.000 migrantes al año

  • La Airef aboga por impulsar ambiciosas políticas de natalidad y un marco regulatorio favorable a la inmigración para frenar el envejecimiento.
Santiago Abascal
Santiago Abascal
EFE

La inmigración ha sido uno de los grandes aliados del crecimiento económico -aportó casi el 30% del aumento del Producto Interior Bruto (PIB) entre mediados de los 90 y la primera década del siglo XXI según datos de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno a partir de un informe de La Caixa- y seguirá jugando un papel fundamental a la hora de evitar la 'japonización' de España derivada del envejecimiento y la cada vez mayor dispersión de la población.

Durante los próximos años, la economía y el mercado laboral seguirán requiriendo trabajadores inmigrantes, incluso con políticas que favorezcan la natalidad como las que ya están en vigor en la mayoría de los países de nuestro entorno y están dando buenos resultados. Esta necesidad contrasta con las nuevas propuestas populistas, que se conjugan en el discurso antiinmigración de Vox, una formación que insta a un cierre de fronteras y a la expulsión de determinados perfiles de extranjeros.

Según las previsiones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), España deberá asumir durante los próximos 50 años una entrada anual de 270.000 inmigrantes para evitar un drástico freno del PIB que sin esta mano de obra adicional su crecimiento se quedaría estancado en un 0,7% anual.

El objetivo sería mantener un aumento de la población -gracias a la inmigración y el fomento de la natalidad- hasta 50-60 millones en 2050 y propiciar crecimientos medios de la economía hasta esa fecha del 1,6%. La previsión de la autoridad fiscal supera de manera muy amplia los pronósticos del Instituto Nacional de Estadística, que estima que la población española se situará en esa fecha en 44 millones y la de  Eurostat, que prevé 49 millones de habitantes.

Al tiempo, el organismo independiente de control fiscal propone impulsar medidas de todo tipo que fomenten la natalidad y la conciliación laboral para elevar la tasa de fecundidad a un rango entre 1,8 y dos hijos por mujer en 2050 para evitar riesgos demográficos y económicos. En la actualidad la media de hijos se sitúa en 1,36.

Evitar la japonización de la economía

España lleva años siguiendo una trayectoria demográfica similar a la de Japón, con un decalaje de 15 años, y solo medidas de peso evitarían un escenario irreversible. La Airef asegura que es necesario anticiparse con políticas públicas bien diseñadas, sostenibles fiscalmente, y poner en marcha un marco regulatorio favorable a la inmigración. Al tiempo, pide un análisis profundo de las iniciativas implementadas en Europa para fomentar la natalidad y apostar por las que mejor han funcionado y estudiar si la descentralización administrativa podría evitar la dispersión de la población reduciendo la concentración en las grandes urbes.

La aportación de la inmigración a la economía resulta positiva, ya que su gasto en recursos, como pensiones, es inferior al de la población española y europea. Según Eurostat, la media de edad de los inmigrantes en el Viejo Continente es de 37 años, frente a los 44 de los nacionales europeos.  Además, muchos de los llegados a España para trabajar contribuirán al sostenimiento del sistema público, pero finalmente no se beneficiarán de él. Mientras, un informe de La Caixa rescatado recientemente por el Gobierno destaca que si la aportación al crecimiento de los trabajadores extranjeros ha sido muy importante durante las últimas décadas, fue trascendental entre 2000 y 2005, ya que durante ese periodo contribuyó a la mitad del aumento del PIB.

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