La Policía china concluye que la corrupción en GSK era política de empresa

  • La investigación de la Policía china sobre la red de corrupción que mantenía en el país la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK), con la que fomentaba que se recetaran sus medicamentos en ese mercado, ha concluido que se hizo por política de empresa, informó Xinhua hoy.

Shanghái (China), 3 sep.- La investigación de la Policía china sobre la red de corrupción que mantenía en el país la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK), con la que fomentaba que se recetaran sus medicamentos en ese mercado, ha concluido que se hizo por política de empresa, informó Xinhua hoy.

Esto supone que se descarta la versión ofrecida por la propia empresa, que presentó sus disculpas a China, expresó su preocupación por el caso, dijo que la corrupción iba contra sus "valores corporativos" y dejó ver esa red de sobornos como una presunta actuación de directivos aislados sin conocimiento de la compañía.

Según la información de la agencia oficial china, las autoridades policiales del país han descubierto que la red de corrupción estaba coordinada por GSK China, acusada de destinar unos 3.000 millones de yuanes (372 millones de euros, 490 millones de dólares) a sobornos a médicos y centros sanitarios, así como de evasión de impuestos.

"Más individuos involucrados en el caso han admitido algunos hechos de las supuestas transgresiones" de la ley, por lo que "según avanza la investigación, se está viendo claro que (la red) está organizada por GSK China más que ser fruto del comportamiento individual de su personal de venta de medicamentos", indica Xinhua.

Uno de sus cuatro directivos detenidos en julio, su director de desarrollo de negocios, Huang Hong, reconoció a la Policía que la central de GSK en el Reino Unido les había fijado ritmos de crecimiento anual de las ventas de hasta un 25 por ciento, entre 7 y 8 puntos porcentuales por encima de la media del sector en China.

Para conseguir estos resultados la empresa vinculaba los salarios al volumen de ventas de cada empleado, de manera que quien no cumpliera con los objetivos pudiera perder miles de yuanes al mes.

Además los testimonios indican que la filial china de la farmacéutica destinaba grandes cantidades de dinero a "fondos de relaciones públicas" para mantener buena relación con el personal clave de los grandes hospitales chinos para que se vendieran allí medicamentos de la compañía.

El código de conducta de GSK exige a los empleados cumplir la ley de su país de trabajo y prohíbe explícitamente las transferencias de dinero a médicos o miembros del Gobierno, pero la Policía china ha descubierto ahora que cuando los empleados se saltaban esas normas para cumplir los objetivos GSK no lo hizo constar en sus auditorías.

Huang admitió que el ritmo de crecimiento conseguido en los últimos años no podría haberse conseguido sin ese tipo de comportamientos.

El mercado chino supone el 3,5 por ciento de las ventas mundiales de GSK, aunque está creciendo rápidamente, a un ritmo de un 17 por ciento en 2012.

GSK utilizó una agencia de viajes de Shanghái, junto con otras firmas locales, como intermediaria para llevar a cabo sobornos a médicos, hospitales y distintas empresas.

Los directivos de GSK también recibían sobornos con la intermediación de la agencia de viajes, incluso mediante prostitución.

Junto a Hong, fueron detenidos el vicepresidente y director de operaciones de GSK China, Liang Hong, su director de recursos humanos, Zhang Guaowei, y su director de asuntos jurídicos, Zhao Hongyan, mientras otros empleados fueron interrogados.

Las autoridades también acusan a los directivos de GSK de evadir impuestos mediante la emisión de facturas falsas.

Uno de los medicamentos de GSK, el Relenza, del grupo de inhibidores de las neuraminidadas de los virus, es uno de los escasos tratamientos posibles hasta ahora, como el Tamiflu de la farmacéutica suiza Roche, contra la nueva cepa de la gripe aviar H7N9 que contagió este año a 133 personas y mató a 44 en toda China.

El año pasado GSK acordó con el Departamento de Justicia de EEUU pagar una multa de 3.000 millones de dólares (2.300 millones de euros) por falsear u ocultar información sobre tres medicamentos y por sobornar a médicos en 2003 para que recetaran uno de sus fármacos.

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