Madrid, 3 oct.- La prima de riesgo española, el diferencial entre el bono nacional a diez años y el alemán del mismo plazo, se ha incrementado hoy levemente hasta los 436 puntos básicos, desde los 431 en los que comenzó la sesión.
En la pasada jornada, la prima de riesgo se reducía desde los 443 puntos básicos hasta 429, consecuencia, según los analistas, de los rumores que apuntaban a que España pediría ayuda a sus socios europeos este mismo fin de semana, un afirmación que fue tajantemente desmentida por el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Tras este desmentido, la prima de riesgo española ha comenzado la sesión de hoy por encima de los 430 puntos básicos.
Ya al cierre, el riesgo país subía hasta los 436 puntos básicos, después de que el rendimiento del bono nacional a diez años pasara del 5,748 % hasta el 5,811 %.
Por su parte, el rendimiento del bono alemán -cuya diferencia con el español mide la prima de riesgo- que registró a primera hora un rendimiento del 1,433 %, se elevaba al cierre hasta el 1,446 %.
Así, la prima de riesgo española se volvía a elevar un día antes que el Tesoro se enfrente de nuevo a los mercados.
En concreto, el Tesoro espera captar mañana entre 3.000 y 4.000 millones de euros en dos emisiones de bonos y otra de obligaciones, las primeras en un mes en el que España debe hacer frente a vencimientos por un importe que roza los 30.000 millones, la mayor cifra mensual de todo el año.
La puja de mañana incluye dos emisiones bonos con vencimiento en octubre de 2014 y octubre 2015, y otra de obligaciones del Estado, que vencen en 2017.
En cuanto a las primas de riesgo de otros países periféricos, la de Italia ha pasado de los 359 puntos básicos del inicio de la jornada hasta los 356 del cierre.
La prima de riesgo de Irlanda ha cerrado en los 360 puntos básicos; la de Portugal, en los 731 y la de Grecia, en 1.773.
Los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) relativos a los bonos a diez años de España para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares se cambiaban al cierre a 382.110 dólares anuales.
De esta manera se convierten en los sextos más caros del mundo, después de los de Argentina, Venezuela, Ucrania, Líbano y Hungría.
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